Las estrellas sucias son buenas anfitrionas de sistemas solares
7/10/2009, de American Museum of Natural History
Algunas estrellas son gigantes solitarias, sin planetas o asteroides a su alrededor, mientras otras exhiben una cohorte de cuerpos planetarios que las acompañan. Un nuevo trabajo de investigación explica por qué la composición de las estrellas indica a menudo si su luz brilla en el espacio profundo, o si una pequeña fracción lo hace sobre planetas en órbita a su alrededor. Cuando una estrella se forma, colapsa a partir de una nube densa y se convierte en una bola luminosa, y el disco de polvo y gas que la orbita refleja la composición de la nube original y los elementos en ella. Aunque algunas nubes son pobres en elementos pesados, muchas son ricas en ellos. Éstas son las estrellas sucias, y son buenas anfitrionas de sistemas solares.
«Cuando observas estrellas, las que poseen más elementos pesados tiene más planetas», afirma el coautor del trabajo Mordecai-Mark Mac Low del American Museum of Natural History. «En otras palabras, lo que hay en el disco es un reflejo de lo que hay en la estrella. Es un resultado de sentido común». La observación de sistemas solares lejanos muestra que los exoplanetas, o planetas que están en órbita alrededor de otras estrellas que no son el Sol, son mucho más abundantes alrededor de estrellas que poseen una mayor abundancia de elementos más pesados que el helio, como hierro u oxígeno. Estos elementos son los que pueden transformarse en rocas o hielo.