Las concentraciones brillantes de un anillo de Saturno, ahora misteriosamente escasas
9/9/2014 de JPL
Cassini ha observado tantas concentraciones de material poco brillantes en el anillo F de Saturno, como las mostradas en esta foto, como las Voyager, pero apenas ha visto alguna d elas concentraciones brillantes que eran comunes en las imágenes de las Voyager. Crédito: NASA/JPL-Caltech/SSI
Recientemente, un estudio financiado por NASA ha comparado el aspecto del anillo F de Saturno a lo largo de seis años de observaciones por la misión Cassini con su aspecto durante los sobrevuelos de las naves Voyager de NASA, 30 años antes. Los investigadores han descubierto que, aunque el número global de concentraciones de material brillante en el anillo F sigue siendo el mismo, el número de concentraciones excepcionalmente brillantes de material cayó en picado durante ese tiempo. Donde las Voyager detectaban dos o tres concentraciones brillantes en todas las observaciones, Cassini sólo ha visto dos de estas formaciones durante un periodo de seis años.
Los científicos piensan que la presencia de las concentraciones más brillantes en el anillo F se produce por impactos repetidos contra su núcleo de pequeñas lunas, de hasta 5 km de tamaño, cuyas trayectorias alrededor de Saturno están cerca del anillo y cruzan su órbita. Proponen que la disminución del número de concentraciones brillantes es resultado de un descenso en el número de estas lunas entre las épocas de las Voyager y Cassini.
Este descenso en el número de lunas pequeñas posiblemente se debe a la acción de la luna Prometeo de Saturno. El anillo F rodea al planeta en un lugar especial, llamado el límite de Roche: más cerca de Saturno, las fuerzas de marea de la gravedad del planeta rompen los cuerpos más pequeños. «El material que se encuentra a esta distancia tienen que decidir si permanecen en el anillo o se junta para formar una luna», comenta Robert French, del Instituto SETI. Prometeo tiene su órbita justo dentro del anillo F, y añade perturbaciones removiendo las partículas del anillo, impulsando a veces la creación de pequeñas lunas, y destruyéndolas a veces.