Las ásperas arrugas de la Luna nos hablan de su pasado
16/5/2011 de NASA
Escritos en la cansada cara de la Luna están los daños que ha sufrido durante los último 4500 millones de años. De cráteres de impacto a las oscuras llanuras de mares producidos por erupciones volcánicas, las cicatrices son todo lo que queda para contar la historia de lo que le ocurrió a la Luna. Pero sólo apuntan a procesos que entonces, y ahora, actuaron para modelar la superficie.
Para aprender más de estos procesos, Meg Rosenburg y sus colaboradores del California Institute of Technology han creado el primer grupo de mapas global que revela las pendientes y escabrosidad de la superficie lunar.
Como las arrugas de la piel, el grado de aspereza de los cráteres y otras formaciones de la superficie lunar pueden revelar su edad. «La clave está en observar la escabrosidad a pequeñas y grandes escalas» afirma Rosenburg.
La escabrosidad depende de las sutiles subidas y bajadas del paisaje, una cualidad que los investigadores consiguen midiendo la pendiente en sitios por toda la superficie. Para obtener una imagen completa, los investigadores observaron la escabrosidad dentro de un rango de escalas diferentes, -las distancias entre dos puntos- desde 17 metros hasta 2.7 kilómetros.