La supercola del cometa ISON
18/11/2013 de SpaceWeather
El reciente estallido de actividad en el cometa ISON ha hecho algo más que simplemente aumentar el brillo del cometa. Sea lo que sea que explotó en el núcleo del cometa ha creado también una cola espectacularmente larga, de más de 16 millones de kilómetros de un extremo al otro.
Físicamente, la cola de ISON es una 12 veces más ancha que el Sol. Así que cuando la cabeza de ISON se zambulla en la atmósfera solar el 28 de noviembre, más de 15 millones de kilómetros de la cola del cometa permanecerán aún en el espacio tras él.
Dado que hay mucho gas y polvo siendo expulsado del núcleo del cometa, es imposible observar claramente qué provocó la explosión en el cometa ISON el pasado 13-14 de noviembre. Una posibilidad es que venas frescas de hielo se estén abriendo en el núcleo del cometa, vaporizándose furiosamente a medida que ISON se aproxima al Sol. Otras posibilidad es que el núcleo se haya fragmentado completamente.
«Si es así, aún tardaremos unos días antes de saberlo con seguridad», afirma Karl Battams, un astrónomo de la campaña de observación del cometa ISON de NASA. «Cuando los núcleos de los cometas se rompen, no es como una explosión de metralla. En vez de eso, los fragmentos se separan lentamente a velocidades ligeramente diferentes. Dado que el núcleo de ISON está envuelto ahora mismo en un volumen tan tremendo de polvo y gas que dispersa la luz, será casi imposible determinar esto durante al menos unos pocos días, y quizás no antes de que el cometa alcance el campo de visión del instrumento HI-1A de STEREO de NASA, el 21 de noviembre. Tendremos que esperar a que los fragmentos se separen a una distancia suficiente, asumiendo que no se destrocen antes».