La misión GRAIL de NASA ha puesto una cara nueva en la Luna
8/11/2013 de JPL / Science
Los científicos que usan datos de las misiones gemelas Gravity Recovery and Interior Laboratory (GRAIL) de NASA en órbita lunar, están consiguiendo nuevos datos sobre cómo consiguió la cara de la Luna su aspecto rugoso. Un informe sobre la distribución asimétrica de las cuencas de impacto lunares aparece publicada en la edición de esta semana de la revista Science.
Los mapas de grosor de la corteza generados por GRAIL revelan la presencia de más cuencas de impacto grandes en el hemisferio de la cara visible de la Luna que en la cara oculta. ¿Cómo podría ser esto si, como se piensa habitualmente, ambos hemisferios recibieron el mismo número de impactos?
Los científicos hace tiempo que saben que las temperaturas de la cara visible de la Luna eran más altas que las de la cara oculta: las abundancias de elementos que producen calor, uranio y torio, son más altas en la cara visible que en la oculta y, en consecuencia, la gran mayoría de las erupciones volcánicas se produjo en el hemisferio de la cara visible.
«Las simulaciones de impactos indican que las colisiones contra una corteza delgada, caliente, como la del hemisferio de la cara visible de la luna primitiva, habrían producido cuencas de hasta el doble del diámetro que impactos similares contra una corteza más fría, lo que es una indicación de cómo eran las condiciones primitivas del hemisferio de la cara oculta de la Luna», hace notar Katarina Miljkovic, directora del trabajo, del Institut de Physique du Globe de Paris.