La Luna y la Tierra son 60 millones de años más viejas de lo que se pensaba
16/6/2014 de SpaceRef
Un trabajo presentado en la conferencia Goldschmidt muestra que el impacto gigante entre la antecesora de la Tierra y un cuerpo de tamaño planetario ocurrió unos 40 millones de años después del inicio de la formación del sistema solar. Esto significa que la fase final de la formación de la Tierra es unos 60 millones de años más antigua de lo que se pensaba anteriormente.
Geoquímicos de la Universidad de Lorraine en Nancy, Francia, han descubierto una señal isotópica que indica que las estimaciones anteriores de la edad tanto de la Tierra como de la Luna han sido subestimadas. Mirar atrás en el tiempo es difícil para datar eventos tempranos en la Tierra. En parte esto se debe a que hay poca «geología clásica» que data de la época de la formación de la Tierra (no hay capas de rocas, etc.). Así que los geoquímicos han de apoyarse en otros métodos. Uno de los habituales es medir los cambios en las proporciones de diferentes gases (isótopos), que han sobrevivido desde la época de la Tierra primitiva.
Guillaume Avice y Bernard Marty analizaron gas xenon encontrado en cuarzo sudafricano y australiano que ha sido datado en 3400 millones y 2700 millones de años, respectivamente. El gas encerrado en este cuarzo se conserva como en una «cápsula del tiempo», permitiendo que Avice y Martylo comparen las proporciones isotópicas actuales de xenon con las que existieron hace miles de millones de años. Recalibrar las técnicas de datado empleando el gas antiguo les permitió refinar la estimación sobre cuándo empezó a formarse la Tierra. Esto permite calcular que el impacto que formó la Luna es unos 60 millones de años (con un error de 20 mil años más o menos) más antiguo de lo que se pensaba con anterioridad.