La famosa estrella roja Betelgeuse está girando más rápido de lo esperado: podría haber tragado una estrella compañera hace 100 000 años
20/12/2016 de McDonald Observatory / Monthly Notices of the Royal Astronomical Society
Esta imagen en el infrarrojo de Betelgeuse, tomada en 2012 por el telescopio orbital Herschel, muestra dos capas de materia interaccionando a un lado de la estrella. Se trataría de material arrojado por la supergigante roja al espacio cuando engulló a su compañera. Crédito: L. Decin/University of Leuven/ESA.
El astrónomo J. Craig Wheeler (Universidad de Texas en Austin) piensa que Betelgeuse, la brillante estrella roja que marca el hombro de Orión, el Cazador, puede haber tenido un pasado más interesante de lo que parece a primera vista. Trabajando con un equipo internacional de estudiantes, Wheeler ha descubierto pruebas de que la estrella supergigante roja podría haber nacido con una estrella compañera, que más tarde engulló.
Para tratarse de una estrella tan famosa, Betelgeuse es aún misteriosa. Los astrónomos saben que es una supergigante roja, una estrella masiva que se acerca al final de su vida, por lo que se ha hinchado hasta un tamaño varias veces superior al original. Algún día explotará como una supernova, pero nadie sabe cuándo. «Podría ser dentro de diez mil años desde ahora, o podría ser mañana por la noche», explica Wheeler, que es experto en supernovas.
Una nueva pista sobre el futuro de Betelgeuse está relacionada con su rotación. Cuando una estrella se infla convirtiéndose en una supergigante, su rotación debería de frenarse. «Es como la clásica patinadora sobre hielo que abre sus brazos en lugar de acercarlos al cuerpo», aclara Wheeler. Cuando la patinadora abre los brazos, se frena. Así debería de haberse frenado también la rotación de Betelgeuse cuando la estrella se expandió. Pero no es eso lo que ha descubierto el equipo de Wheeler.
Utilizando un programa de modelización por computadora llamado MESA, los investigadores crearon, por primera vez, un modelo de la rotación de Betelgeuse. Al comprobar la rápida rotación de la estrella, Wheeler empezó a especular. «Supongamos que Betelgeuse tuvo una compañera cuando nació, y que estaba en órbita alrededor de Betelgeuse en una órbita del tamaño que tiene ahora Betelgeuse. Cuando Betelgeuse se convirtió en una supergigante roja, se la tragó». Una vez engullida, la estrella compañera transfirió el momento angular de su órbita alrededor de Betelgeuse a la envoltura exterior de la supergigante, acelerando la rotación de Betelgeuse. Wheeler estima que la estrella compañera habría tenido la misma masa que el Sol, para poder explicar el ritmo actual de giro de Betelgeuse de 15 km/s.