¿Puede el modelo de ‘fotocopiadora’ arreglar la teoría de agujeros negros de Hawking?
2/4/2014 de Michigan State University
Recientemente los físicos han estado encontrado agujeros en la teoría de agujeros negros de Stephen Hawking – incluyendo al propio Hawking. Durante décadas los físicos de todo el mundo han intentado averiguar los misterios de los agujeros negros – esas monstruosas y fascinantes entidades que tienen una fuerza gravitatoria tan intensa que nada, ni siquiera la luz, puede escapar de ellos. Ahora, el profesor Chris Adami, Michigan State University, se ha unido a la discusión.
El debate sobre el comportamiento de los agujeros negros, que ha estado vigente desde 1975, fue revivido cuando Hawking publicó en un blog el 22 de enero de 2014 que los horizontes de sucesos – las fronteras invisibles de los agujeros negros – no existen.
Uno de los mayores problemas en este debate es qué ocurre con la información – materia o energía y sus características a nivel atómico y subatómico – en los agujeros negros. «En 1975, Stephen Hawking descubrió que los agujeros negros no son tan negros. De hecho, emiten un resplandor sin forma llamado ahora radiación de Hawking», comenta Adami. «En su teoría original, Hawking afirmaba que la radiación consume lentamente el agujero negro, que al final se evapora y desaparece, concluyendo que la información y todo lo que entra en el agujero negro se perdería irremisiblemente».
Pero esta teoría ha creado un problema fundamental, llamado la paradoja de la información. Ahora Adami piensa que la ha resuelto. Según Adami, la información está contenida en la emisión estimulada de radiación que debe de acompañar a la radiación de Hawking. La emisión estimulada hace que el agujero negro emita la información que ha tragado.
«La emisión estimulada es el proceso físico que hay detrás de los láseres. Básicamente, funciona como una fotocopiadora: metes ‘algo’ en la máquina, y dos ‘algos’ idénticos salen de ella. Si introduces información en un agujero negro, justo antes de que sea tragada el agujero negro hace una copia que deja fuera. Este mecanismo de copia fue descubierto por Albert Einstein en 1917, y sin él, la física no puede tener sentido», afirma Adami.