Hilos entrelazados tejen una rareza cósmica
5/12/2016 de ESA Hubble
Filamentos oscuros de polvo en la galaxia NGC 4696, la mayor y más brillante del cúmulo del Centauro. Crédito: NASA, ESA/Hubble, A. Fabian.
Nuevas observaciones realizadas con el telescopio espacial Hubble de NASA/ESA han revelado la compleja estructura de la galaxia NGC 4696 con mayor detalle que nunca. La galaxia elíptica es una hermosa rareza cósmica con un núcleo brillante envuelto por un sistema de filamentos oscuros retorcidos. NGC 4696 es miembro del cúmulo de galaxias del Centauro, un enjambre de cientos de galaxias, unidas entre sí por la fuerza de la gravedad, a 150 millones de años-luz de la Tierra, situada en la constelación del Centauro.
A pesar del tamaño del cúmulo, NGC 4696 todavía consigue destacar entre sus compañeras, siendo el miembro más brillante del cúmulo conocido, por razones obvias, como la galaxia más brillante del cúmulo (BCG, de sus iniciales en inglés). Esto la coloca en la misma categoría que algunas de las galaxias más brillantes que se conocen en el Universo. También la estructura de esta galaxia es única. Observaciones anteriores habían revelado filamentos enroscados que salen de su cuerpo principal y dibujan una signo de interrogación en el cielo, zarcillos oscuros rodeando un centro que brilla intensamente.
Un equipo internacional de científicos, dirigido por astrónomos de la Universidad de Cambridge (UK) ha utilizado ahora observaciones nuevas del telescopio Hubble de NASA/ESA para explorar esta estructura de filamentos con más detalle. Descubrieron que cada uno de los filamentos polvorientos tiene una anchura de 200 años-luz y una densidad unas 10 veces mayor que la del gas de los alrededores. Estos filamentos están entretejidos y caen en espiral hacia el centro de NGC 4696, conectando el gas de la galaxia con su núcleo.
De hecho, parece que el núcleo de la galaxia es el responsable de la forma y posición de los propios filamentos. En el centro de NGC 4696 se esconde un agujero negro supermasivo activo. Esto inunda de energía las regiones internas de la galaxia, calentando allí el gas y enviando flujos de material caliente hacia afuera.