Herschel y Planck encuentran la pista perdida sobre la formación de los cúmulos de galaxias
1/4/2015 de ESA
El mapa de todo el cielo de Planck en longitudes de onda submilimétricas (545 GHz). La banda que transcurre por el centro corresponde a polvo de nuestra galaxia la Vía Láctea. Los puntos negros indican la posición de los candidatos a protocúmulos identificados por Planck y posteriormente observados por Herschel. Las imágenes destacadas muestran algunas de las observaciones realizadas con el instrumento SPIRE de Herschel; los contornos representan la densidad de galaxias. Crédito: ESA y la colaboración Planck/ H. Dole, D. Guéry & G. Hurier, IAS/University Paris-Sud/CNRS/CNES.
Combinando observaciones del Universo lejano realizadas con los observatorios espaciales Herschel y Planck de ESA, los cosmólogos han descubierto lo que podrían ser los precursores de los grandes cúmulos de galaxias que vemos hoy en día.
Las galaxias como la Vía Láctea, con sus 100 mil millones de estrellas, normalmente no se encuentran aisladas. En el Universo hoy en día, 13800 millones de años después del Big Bang, muchas se encuentran en densos cúmulos de decenas, centenares e incluso miles de galaxias. Sin embargo, estas estructuras no han existido siempre, y una cuestión clave en la cosmología moderna es cómo se ensamblaron tales estructuras masivas en el Universo temprano. Encontrando cuándo y cómo se formaron debería de dar pistas sobre el proceso de evolución de los cúmulos de galaxias, incluyendo el papel jugado por la materia oscura en dar forma a estas metrópolis cósmicas.
Ahora combinando las potencias de Herschel y Planck, los astrónomos han encontrado objetos en el universo lejano, observados en una época en la que sólo tenía 3 mil millones de años de edad, que podrían ser los precursores de los cúmulos que vemos a nuestro alrededor hoy en día.
Planck ha observado el cielo entero en nueve longitudes de onda diferentes, desde el infrarrojo lejano a radio. En estos datos los científicos han podido identificar 234 fuentes brillantes con características que sugieren que se encuentran en el lejano Universo primitivo. Herschel observó entonces estos objetos en la región de longitudes de onda del infrarrojo lejano a submilimétricas, pero con mucha mayor sensibilidad y resolución espacial.
Herschel ha revelado que la mayor parte de las fuentes detectadas en Planck podrían ser densas concentraciones de galaxias en el Universo temprano, que están formando nuevas estrellas con vigor. Cada una de estas jóvenes galaxias está convirtiendo gas y polvo en estrellas a un ritmo de unos pocos cientos a 1500 veces la masa del Sol por año. Nuestra galaxia la Vía Láctea actualmente produce estrellas con un ritmo promedio de sólo una masa solar.