Fermi de NASA encuentra un púlsar «transformer»
23/7/2014 de NASA
Estas ilustraciones artísticas muestran un modelo del púlsar J1023 antes (arriba) y después (abajo) de que su señal en radio (verde) se desvaneciera. Normalmente, los vientos del púlsar impiden el flujo de gas de la compañera. Cuando el flujo aparece, se forma un disco de acrecimiento y chorros de partículas de rayos gamma (magenta) oscurecen el haz de radio. Crédito: Goddard Space Flight Center de NASA
A finales de junio de 2013, un sistema binario excepcional constituido por una estrella de neutrones que gira rápidamente sufrió un dramático cambio que nunca antes se había observado. La señal en radio del púlsar se desvaneció, al tiempo que el sistema aumentaba cinco veces de brillo en rayos gamma, la forma más potente de luz.
«Fue casi como si alguien hubiera presionado el interruptor, cambiando el sistema de un estado de baja energía a uno de energía más alta», afirma Benjamin Stappers, astrofísico de la Universidad de Manchester, Inglaterra, quien ha dirigido el estudio. «El cambio parece reflejar una interacción errática entre el púlsar y su compañera, uno que nos ofrece la oportunidad de explorar una rara fase de transición en la vida de esta binaria.
Una binaria consiste en dos estrellas en órbita alrededor de su centro de masas común. Este sistema, conocido como AY Sextantis, está situado a unos 4400 años de distancia, hacia la constelación Sextans. Empareja a un púlsar de 1.7 milisegundos llamado PSR J1023+0038 con una estrella que contiene un quinto de la masa del Sol. Las estrellas completan una órbita en sólo 4.8 horas, lo que las coloca tan cerca que el púlsar hará que poco a poco su compañera se evapore.
«Los astrónomos han sospechado durante mucho tiempo que los púlsares de milisegundos son acelerados en su giro por la transferencia y acumulación de materia procedente de sus estrellas compañeras, así que a menudo nos referimos a ellos como púlsares reciclados», afirma Anne Archibald. En J1023 las estrellas están tan cerca que una corriente de gas fluye desde la estrella al púlsar. El giro rápido del púlsar y su intenso campo magnético son los responsables del haz en radio y del potente viento del púlsar. El material transferido puede caer hasta una altitud de 80 km sobre el púlsar, bien deteniendo los procesos físicos que crean el haz de radio, o con más probabilidad, oscureciéndolos.