Encuentran pistas sobre el nacimiento de los agujeros negros supermasivos
25/5/2016 de ESA Hubble/ Monthly Notices of the Royal Astronomical Society
Esta ilustración de artista muestra una posible semilla para la formación de un agujero negro supermasivo. Dos de estas semillas fueron descubiertas por un equipo italiano, utilizando tres telescopios espaciales. En los recuadros a la derecha se muestran las imágenes de uno de los dos agujeros negros, observado en rayos X por Chandra (arriba) y en el óptico por el Hubble (abajo). Créditos: rayos X de NASA/CXC/Scuola Normale Superiore/F. Pacucci, et al.; óptico de NASA/STScI; ilustración de : NASA/CXC/M. Weiss.
Un equipo de astrofísicos italianos ha dado un importante paso adelante en la comprensión de cómo se formaron los agujeros negros supermasivos. Empleando datos del telescopio espacial Hubble y otros dos telescopios espaciales, los investigadoreshan descubierto la mejor prueba hasta la fecha de las semillas que acaban convirtiéndose en estos gigantes cósmicos.
Durante años los astrónomos han debatido cómo las generaciones más tempranas de agujeros negros supermasivos se formaron muy rápidamente, en términos relativos, después del Big Bang. Ahora, un equipo italiano ha identificado dos objetos en el Universo temrano que parecen ser el origen de estos agujeros negros supermasivos tempranos. Se trata de las semillas de agujeros negros más prometedoras encontradas hasta ahora.
El grupo utilizó modelos por computadora y aplicó un nuevo método de análisis a datos del observatorio de rayos X Chandra de NASA, el telescopio espacial Hubble de NASA/ESA y el telescopio espacial SPitzer de NASA para encontrar e identificar los dos objetos. Ambos son observados menos de mil millones de pue´s del Big Bang y tienen una masa inicial de unas 100 000 veces la masa del Sol. «Nuestro descubrimiento, si se confirma, explicaría cómo nacieron los agujeros negros monstruosos», afirma Fabio Paucci, director del estudio.
El nuevo descubrimiento indica que por lo menos algunas semillas de agujeros negros con 100 000 veces la masa del Sol se habrían formado directamente por el colapso de una nube de gas masiva. En este caso, el crecimiento de los agujeros negros habría procedido con mayor celeridad. «Existe mucha controversia sobr eel camino que toman estos agujeros negros», coemnta el coautor Anrea Ferrara. «Nuestro trabajo sugiere que estamos convergiendo hacia una respuesta, en la que los agujeros negros empiezan siendo grandes y crecen al ritmo normal, en vez de empezar pequeños y crecer a un ritmo muy rápido».