Encuentran nubes de gas primordial del universo primitivo
11/11/2011 de UC Santa Cruz / Science
Por vez primera, los astrónomos han encontrado nubes prístinas de gas primordial que se formaron en los primeros minutos después del Big Bang. La composición del gas encaja con las predicciones teóricas, proporcionando una prueba directa de la explicación cosmológica moderna sobre los orígenes de los elementos en el universo.
Sólo los elementos más ligeros, sobre todo hidrógeno y helio, fueron creados en el Big Bang. Entonces pasaron unos pocos cientos de millones de años antes de que aglomeraciones de este gas primordial condensaran para formar las primeras estrellas, donde se forjaron los elmentos más pesados. Hasta ahora los astrónomos siempre habían detectado «metales» (el nombre que ellos utilizan para todos los elementos más pesados que el hidrógeno y el helio) allá donde han mirado en el universo.
«Tan duramente como hemos buscado el material prístino en el universo, y habíamos fallado, hasta ahora», afirma J. Xavier Prochaska, profesor de la UC Santa Cruz. Prochaska es coautor del artículo publicado en la edición de hoy de la revista Science. El primer autor, Michelle Fumagalli, es un estudiante graduado de UC Santa Cruz, y el coautor John O’Meara está en el Saint Michael’s College de Vermont.
Los investigadores han descubierto dos nubes de gas prístino analizando la luz de quásars lejanos, utilizando el espectrómetro HIRES del telescopio Keck I, en el observatorio W.M. Keck de Hawai. Descomponiendo la brillante luz de un quásar en un espectro de diferentes longitudes de onda, los investigadores pueden ver qué longitudes son absorbidas por el material que se encuentra a lo largo del camino entre el quásar y el telescopio.
Los investigadores han estimado que la metalicidad del gas prístino es diez mil veces más pequeña que la del Sol. En el otro extremo, las estrellas y gas con metalicidades más altas son casi diez veces más ricas que el Sol.
El análisis espectrográfico de las nubes de gas prístino las sitúa en el tiempo a aproximadamente unos dos mil millones de años después del Big Bang, o hace casi 12 mil millones de años.