Encuentran indicios de un ciclo de rayos gamma en una galaxia activa
16/11/2015 de NASA / The Astrophysical Journal Letters
Observaciones con Fermi sugieren posibles cambios cíclicos en la emisión de rayos gamma del blazar PG 1553+113. El gráfico muestra los datos del telescopio Large Area Telescope de Fermi entre agosto de 2008 y julio de 2015 para rayos gamma con energía por encima de 100 millones de electron volts (MeV). Por comparación, la luz visible varía entre los 2 y 3 electron volts. Imagen de fondo: ilustración de artista de una posible explicación del ciclo de rayos gamma: la presencia de un segundo agujero negro masivo cercano cuya atracción gravitatoria haría oscilar el chorro de partículas de alta energía. Crédito: NASA’s Goddard Space Flight Center/CI Lab.
Un equipo de astrónomos ha detectado, con el telescopio espacial de rayos gamma Fermi de NASA, indicios de cambios periódicos en el brillo de una galaxia «activa» cuyas emisiones son producidas por un agujero negro gigante. Si se confirma, este descubrimiento supondría la primera vez que se detecta emisión de rayos gamma con un ciclo de años de una galaxia, lo que podría darnos nuevos datos sobre los procesos físicos que ocurren cerca del agujero negro.
«Mirando muchos años de datos del telescopio Large Area Telescope (LAT) de Fermi, detectamos indicaciones de una variación de aproximadamente dos años en rayos gamma de la galaxia conocida como PG 1553+113», comenta Stefano Ciprini. «Esta señal es sutil y ha sido observada durante menos de cuatro ciclos así que, aunque esto es muy interesante, necesitamos más observaciones».
«Las variaciones cíclicas en luz visible y ondas de radio son similares a las observadas en rayos gamma con Fermi», comenta Stefan Larsson. «El hecho de que el patrón sea tan uniforme en un intervalo tan grande de longitudes de onda es una indicación de que la periodicidad es real y no solo una fluctuación vista en los datos de rayos gamma».
Los científicos han señalado varios escenarios que podrían ser la causa de la emisión periódica, incluyendo distintos mecanismos que podrían producir un vaivén en el chorro de partículas de alta energía que emana desde las cercanías del agujero negro. El escenario más excitante incluye la presencia de un segundo agujero negro supermasivo en órbita muy cerca al que produce el chorro de partículas que observamos. La atracción gravitatoria del agujero negro vecino inclinaría periódicamente la parte interior del disco de acrecimiento de su compañero, donde se acumula y calienta el gas que se precipita hacia el agujero negro. El resultado sería una lenta oscilación del chorro muy parecida a la de un aspersor de jardín, que podría producir los cambios cíclicos en rayos gamma que observamos.