Encontrar la «receta para formar estrellas»
11/4/2014 de MPIA / Science
Los astrónomos han encontrado un nuevo modo de predecir el ritmo al que una nube molecular – un vivero estelar – formará nuevas estrellas. Empleando una novedosa técnica para reconstruir la estructura tridimensional de una nube, los astrónomos pueden estimar cuántas estrellas es probable que forme la nube. La «receta» recién encontrada permite comprobaciones directas de teorías actuales de formación de estrellas. También permitirá que telescopios como el Atacama Large Millimetre/Submillimetre Array (ALMA) estimen la actividad de formación de estrellas en nubes moleculares más lejanas, y así crear un mapa de nacimientos estelares dentro de nuestra galaxia.
Medir los ritmos de formación estelar es extremadamente difícil, incluso en nuestra propia galaxia, la Vía Láctea. Solo en el caso de nubes cercanas, hasta distancias de unos 1500 años-luz, estas medidas son bastante directas: simplemente contar las estrellas jóvenes que hay en el interior de esa nube. Para distancias más lejanas, donde es imposible distinguir estrellas individuales, esta técnica falla, y los ritmos de formación estelar siguen siendo inciertos.
Ahora, tres astrónomos, Jouni Kainulainen y Thomas Henning del Max Planck Institute for Astronomy en Alemania y Christoph Federrath de Monash University en Australia han encontrado un modo alternativo de determinar los ritmos de formación estelar: una «receta para formar estrellas», que relaciona directamente las observaciones astronómicas directas de la estructura de una nube de gas gigante con su actividad de formación estelar.
Han alcanzado este resultado creando modelos de la estructura tridimensional de nubes individuales de un modo simplificado. Los datos que emplean proceden de una versión astronómica de un procedimiento médico de rayos X: cuando la luz de estrellas lejanas cruza la nube, resulta debilitada por el polvo de la nube. El debilitamiento de decenas de miles de estrellas diferentes forma la base para la reconstrucción tridimensional, que a su vez muestra la densidad de materia en distintas regiones de la nube.
Para nubes cercanas Kainulainen y sus colaboradores compararon su reconstrucción con observaciones directas de cuántas estrellas nuevas se formaron recientemente en esas nubes. De esto modo han podido identificar una «densidad crítica» de 5000 moléculas de hidrógeno por centímetro cúbico, y demostrar que sólo regiones que superen esta densidad crítica pueden colapsar para formar estrellas.