El Sistema Solar pudo albergar supertierras
24/3/2015 de CalTech
Esta instantánea de una nueva simulación muestra una época al principio de la historia del Sistema Solar en la que Júpiter probablemente migró hacia el interior (aquí la órbita de Júpiter es el grueso círculo blanco). A medida que se movió hacia el interior, Júpiter recogió los fragmentos primitivos de construcción de los planetas, o planetesimales, y los condujo hacia órbitas excéntricas (turquesa) que se solaparon con la parte no perturbada del disco planetario (amarillo), iniciando una cascada de colisiones que habrían empujado a los planetas interiores a precipitarse hacia el Sol. Crédito: K.Batygin/Caltech.
Mucho antes de que Mercurio, Venus, la Tierra y Marte se formaran, parece que el Sistema Solar interior pudo albergar varias supertierras (planetas mayores que la Tierra pero más pequeños que Neptuno). Si fue así, esos planetas hace mucho que desaparecieron, rompiéndose y cayendo al Sol hace miles de millones de años, en gran parte debido al gran viaje que Júpiter realizó hacia el interior y luego hacia el exterior en la historia temprana del Sistema Solar.
Este posible escenario ha sido sugerido por Konstantin Batygin, de Caltech y Gregory Laughlin de UC Santa Cruz. Los resultados de sus cálculos y simulaciones sugieren la posibilidad de una nueva imagen del Sistema Solar temprano que ayudaría a responder varias preguntas acerca de la composición actual del Sistema Solar y de la propia Tierra. Por ejemplo, el nuevo trabajo explica por qué los planetas terrestres de nuestro Sistema Solar tienen unas masas tan bajas (relativamente) comparadas con los planetas en órbita alrededor de otras estrellas similares al Sol.
«Nuestro trabajo sugiere que la migración de Júpiter hacia dentro y hacia afuera podría haber destruido la primera generación de planetas y haber preparado el camino para la formación de los planetas terrestres con poca masa que nuestro Sistema Solar tiene hoy en día», afirma Batygin. «Todo esto encaja muy bien con otros descubrimientos recientes en la comprensión de cómo evolucionó el Sistema Solar, además de rellenar algunos huecos».
Gracias a nuevos estudios de exoplanetas (planetas en sistemas solares que no son el nuestro) sabemos que cerca de la mitad de las estrellas parecidas al Sol de nuestra vecindad galáctica tienen planetas en órbita. Pero esos sistemas no se parecen en nada al nuestro. En nuestro Sistema Solar hay muy poco dentro de la órbita de Mercurio; sólo se encuentran unos pocos escombros (probablemente asteroides cercanos a la Tierra que se desplazaron hacia el interior), pero ciertamente no hay planetas. Esto contrasta drásticamente con lo que los astrónomos observan en la mayoría de los sistemas planetarios. Estos sistemas típicamente poseen uno o dos planetas que son sustancialmente más masivos que la Tierra, en órbitas más cercanas a su sol que la de Mercurio, pero con muy pocos objetos a mayores distancias.