El rover Opportunity asciende una cresta con sus seis ruedas
1/3/2016 de NASA
Esta escena del rover de Marte Opportunity de NASA mira hacia arriba de la cresta Knudsen desde el límite sur del valle que tiene a sus pies, el Valle Marathon. Crédito: NASA/JPL-Caltech/Cornell Univ./Arizona State Univ.
El rover veterano Opportunity de NASA está trabajando con gran habilidad en algunos de los terrenos más peligrosos que el vehículo ha encontrado en sus 12 años en Marte, sobre una pendiente de unos 30 grados de inclinación.
Los investigadores están utilizando Opportunity este mes para examinar rocas que pueden haber sido alteradas químicamente por agua hace miles de millones de años. Los objetivos actuales de la misión se encuentran en franjas de tintes rojizos que los investigadores llaman «zonas rojas», en contraste con las rocas de color bronceado que hay alrededor de esas zonas.
«Esperamos aprovechar la topografía inclinada de Marte en la cresta Knudsen para conseguir un ejemplo mejor del material de la zona roja», explica Steve Squyres de Cornell University.
El material de la zona roja se desmenuza con facilidad. En lugares como el Valle Marathon donde Opportunity ya lo observó de cerca, los fragmentos rojizos están mezclados con otro material suelto que se acumula en lugares bajos. Una exposición más pura del material de la zona roja, como el de la cresta, podría ser un objetivo mejor para el espectrómetro de rayos X de partículas alfa instalado en el brazo de Opportunity, que revela la composición química de las rocas y el suelo.
Opportunity empezó el ascenso de la cresta Knudsen a finales de enero, con dos desplazamientos que en total acumulan 9.4 metros. Las ruedas patinaron menos de un 20 por ciento en pendientes de hasta 30 grados de inclinación, la mayor por la que se ha desplazado el rover desde su primer año en Marte en 2004. El deslizamiento se calcula comparando la distancia que las ruedas deberían de haber recorrido si no hubieran patinado y la distancia recorrida realmente, basándose en una «odometría visual» con imágenes del terreno por el que va pasando el rover mientras se desplaza. «Opportunity nos ha demostrado que todavía tiene unos pies firmes», comenta John Callas del Jet Propulsion Laboratory de NASA. «El patinaje de las ruedas ha sido mucho menor de lo esperado para esas pendientes tan grandes».