El Hubble descubre una pareja de galaxias procedente del desierto
11/10/2016 de Hubblesite / The Astrophysical Journal
El telescopio espacial Hubble de NASA ha captado el resplandor de estrellas nuevas en estas pequeñas galaxias antiguas. Piscis A está a la izquierda y Piscis B a la derecha. Los astrónomos estiman que hace menos de 100 millones de años ambas galaxias duplicaron su ritmo de formación de estrellas. Un análisis de sus colores revela que las galaxias contienen de 20 a 30 estrellas azules brillantes. El color azul es una señal de que son jóvenes, de menos de 100 millones de años de edad. Cada galaxia contiene unos 10 millones de estrellas. Crédito: NASA, ESA, y E. Tollerud (STScI).
El telescopio espacial Hubble ha descubierto dos diminutas galaxias enanas, procedentes de un vasto desierto cósmico, que han llegado a una «gran ciudad» cercana, abarrotada de galaxias. Tras permanecer adormiladas durante miles de millones de años, ahora están listas para divertirse empezando con una tormenta de nacimiento de estrellas.
«Estas imágenes del Hubble pueden ser instantáneas de lo que fueron en el pasado las galaxias enanas de hoy en día», comenta el director del estudio Erik Tollerud (Space Telescope Science Institute). «El estudio de éstas y otras galaxias parecidas puede proporcionar más datos sobre la formación y evolución de las galaxias enanas». Las observaciones del Hubble sugieren que las galaxias Piscis A y B tienen un desarrollo tardío ya que han pasado la mayor parte de su existencia en el Vacío Local, una región del universo poco poblada por galaxias. El Vacío Local tiene unos 150 millones de años-luz de longitud.
Bajo la constante atracción gravitatoria de la gran ciudad galáctica, las galaxias enanas solitarias han llegado por fin a una región poblada donde el gas intergaláctico es más denso. En este ambiente rico en gas, el nacimiento de estrellas puede haber sido provocado por una lluvia de gas que se precipita sobre las galaxias mientras atraviesan esta región más densa. Otra idea es que el duo puede haber encontrado un filamento gaseoso que comprime el gas de las galaxias y aviva el nacimiento de estrellas. Basándose en las posiciones de las galaxias, el equipo de Tollerud determinó que los objetos se hallan en el borde de un gran filamento de gas denso. Cada galaxia contiene unos 10 millones de estrellas.
«Estas galaxias puede que hayan pasado la mayor parte de su historia en el vacío», explicó Tollerud. «Si esto es cierto, el ambiente del vacío habría frenado su evolución. Prueba de que las galaxias proceden de este vacío es que su contenido en hidrógeno es algo mayor relativo al de galaxias parecidas. En el pasado, las galaxias tenían mayores concentraciones de hidrógeno, el combustible necesario para hacer estrellas. Pero estas galaxias parecen retener esa composición más primitiva, en lugar de la composición enriquecida de las galaxias contemporáneas, debido a una historia menos intensa de formación de estrellas. Las galaxias son también bastante compactas comparadas con las típicas galaxias que están formando estrellas en nuestro vecindario galáctico».