El explosivo crecimiento de una estrella joven
5/12/2013 de Niels Bohr Institute
Una estrella se forma cuando una gran nube de gas y polvo condensa y eventualmente se hace tan densa que colapsa en una esfera de gas, donde la presión calienta la materia, creando una brillante bola de gas: ha nacido una estrella. Nuevas investigaciones del Instituto Niels Bohr y otros demuestran que una joven estrella recién formada en la Vía Láctea tuvo un crecimiento tan explosivo que inicialmente era cien veces más brillante de lo que es ahora.
La joven estrella se formó en los últimos 100 000 años en nuestra propia galaxia, la Vía Láctea. Usando un gran telescopio internacional, el Atacama Large Millimeter Array (ALMA) un equipo internacional de investigadores dirigido por Jes Jørgensen, del Instituto Niels Bohr, estudió la estrella y sus alrededores.
«Estudiamos la composición química de la nube de gas y polvo que rodea la protoestrella inicial (una fase temprana en el proceso de formación de una estrella). En esta densa nube, se produce una reacción química que permite la formación de varios tipo de moléculas complejas, incluyendo metanol. Se esperaría que todas las moléculas estuvieran cerca de la estrella, pero con una de ellas vimos claramente una estructura anular. Algo había eliminado cierta molécula, HCO+, de una amplia zona alrededor de la protoestrella, explica el astrofísico Jes Jørgensen.
El HCO+ es muy sensible al vapor de agua. Hasta cantidades pequeñas de vapor de agua disuelven la molécula y esta ausencia de la molécula de HCO+ puede ser usada para descubrir qué ocurrió durante el proceso de formación estelar. «Midiendo el área en la que la molécula de HCO+ ha sido disuelta por vapor de agua podemos calcular ahora lo brillante que ha sido la joven estrella. Resulta que esta área es mucho mayor de lo esperado en comparación con el brillo actual de la estrella. La protoestrella ha sido cien veces más brillante de lo que es hoy en día. El análisis químico también afirma que este cambio se produjo en los últimos 100 a 1000 años, esto es, muy recientemente desde un punto de vista astronómico», comenta Jes Jørgensen.