El espectáculo del cosmos se vive en Aras de los Olmos
En Aras de los Olmos hay tres telescopios profesionales: uno de 40 centímetros, otro de 50 con el que los visitantes observarán el cosmos, y el Trobar, un telescopio alemán de 60 cm, todos ellos con posibilidad de controlarlos remotamente. Los tres telescopios están protegidos por cúpulas con sus puertas orientadas inicialmente hacia el sur para protegerlas en un mayor grado de las nevadas del invierno.
Un telescopio recrea el proceso que sigue un ojo humano. Generalmente permite observar algunos detalles de objetos del cielo profundo que serían imposibles de detectar a simple vista, tales como cúmulos, nebulosas y algunas galaxias. Este instrumento capta las imágenes mediante lentes convergentes. Un espejo de gran dimensión recoge toda la luz que recibe del exterior, los convierte en rayos paralelos y hace que converjan sobre un punto, denominado foco. Este sistema ofrece una visión espectacular de los cuerpos estelares, a los que consigue retratar fielmente con gran tamaño y brillo. En concreto, el telescopio que preside la sede en Aras de los Olmos se caracteriza por estar robotizado, es decir, con Internet desde Valencia puede ser manejado para que se mueva solo (por ejemplo, puede programarse para que a las 20:00 que gire a la derecha). Se utiliza para objetos del espacio profundo (galaxias, explosiones de supernovas, para buscar planetas alrededor de las estrellas). En general, cuanto más grande es el telescopio más luz recoge (justo como lo hace un ojo) y muestra con mayor precisión objetos más débiles y lejanos.