El ciclo solar
1/4/2014 de ESA
Se tardó diez años en crear esta imagen de nuestro cambiante Sol. Tomadas desde el espacio por el Solar and Heliospheric Observatory (SOHO), muestra una imagen notablemente diferente de la que percibimos en la Tierra.
Desde la superficie de la Tierra, somos regalados con una imagen sesgada. Cada día nuestro mundo es bañado por la luz y el calor del Sol, y a estas longitudes de onda del visible y el infrarrojo nuestra luminaria brilla con la misma energía cada día, salvo pequeñas variaciones.
Esto no es cierto en longitudes de onda del ultravioleta y rayos X. Lanzado en 1995, SOHO ha monitorizado de modo continuo el Sol desde entonces, en parte para estudiar esta variación. Para crear este montaje se escogió una imagen por cada año de la misión, hasta 2006. Las partes brillantes de estas imágenes corresponden a gas en la atmósfera del Sol a una temperatura de unos 2 millones de grados Celsius.
A diferencia de lo que ocurre con la luz visible, la intensidad de la radiación ultravioleta del Sol varía mucho. Esta variación se hace más pronunciada cuanto más corta es la longitud de onda, especialmente en la región de rayos X del espectro. Esto está gobernado por la actividad solar, que recorre un ciclo de aproximadamente 11 años. Está relacionado con el campo magnético del Sol, aunque todavía no conocemos con detalle este mecanismo.
El crecimiento y disminución del ciclo 23 (contados desde 1755, cuando se empezó a llevar un registro sistemático) se puede ver claramente en esta imagen. En su pico de 2001, el Sol era una vorágine de actividad, expulsando unas diez veces más luz ultravioleta que en los periodos mínimos que pueden verse de 1996 y 2006.
Ahora, en el ciclo 24, el Sol está de nuevo en un pico de actividad, aunque es más suave que el de 2001.