El caso de los diamantes perdidos: no hay pruebas de impactos durante el Joven Dryas
21/12/2016 de Washington University in St. Louis / Quaternary Science
Ilustración de artista de un cometa aproximándose a un planeta tipo Tierra. La explosión de un cometa cerca de la superficie de nuestro planeta podría haber llenado la atmósfera de polvo y escombros suficientes para debilitar la luz solar recibida en la superficie. Aunque parece que no es esto lo que produjo la inversión climática conocida como Joven Dryas. Crédito: Shutterstock.
Todo empezó de forma inocente. Tyrone L. Daulton, físico del Instituto de Ciencias de Materiales e Ingeniería de la Universidad de Washington en St. Louis estaba estudiando polvo de estrellas, motas diminutas de minerales resistentes al calor que se piensa que condensaron a partir de los gases exhalados por estrellas agonizantes. Entre los minerales que componen el polvo estelar hay diamantes diminutos. Su experiencia en este campo, paradójicamente, le ha preparado para no encontrarlos en sedimentos terrestres.
En 2007, en un artículo publicado en la revista Science, un equipo de investigadores anunciaba que el descubrimiento de nanodiamantes en sedimentos de la Tierra eran la prueba de un antiguo impacto. Los autores argumentaban que una lluvia de fragmentos de la explosión de un cometa sobre la capa de hielo de Norteamérica había producido una repentina inversión del clima llamada Joven Dryas o Dryas Reciente. El calor y presión de este cataclismo habría convertido el carbono de la corteza de la Tierra en diamante. Sin embargo, Daulton opinaba que no había información suficiente en el artículo publicado para estar seguros de que hubieran encontrado diamantes.
Ahora, en un nuevo análisis de muestras procedentes de California y Bélgica, Daulton ha demostrado que no hay pruebas de un aumento en la concentración de nanodiamantes en sedimentos del Joven Dryas. Y dado que los nanodiamantes son la prueba más fuerte de la hipótesis del impacto, su ausencia invalida la hipótesis.
Los nanodiamantes son diminutos, más pequeños que las bacterias. Los que defienden la hipótesis del impacto a menudo dicen haberlos encontrado dentro de pequeñas esferas de carbono, y esas esferas son del tamaño del punto con que finaliza esta frase. ¿Cómo es posible que algunos científicos encuentren diamantes en muestras donde otros no encuentran ninguno? Una respuesta es que los átomos de carbono pueden organizarse con muchas configuraciones diferentes. Estas configuraciones, que marcan la diferencia entre la mina de un lápiz y un diamante, pueden confundirse entre sí.