¿O super eclipse de Luna? En cualquier caso, esta semana nos dejó una bonita colección de imágenes para el disfrute. Aquí tenéis la contribución del Observatori Astronòmic, en una secuencia de imágenes tomadas desde el
OAO. Las imágenes se muestran en órden cronológico, y han sido tomadas con el telescopio de 50 cm de apertura (T50) y una cámara digital Panasonic GX-1, salvo la última foto en el que la óptica usada fue un teleobjetivo Nikon de 180 mm f2.8.
En las imágenes puedes apreciar dos colores característicos en la sombra que la Tierra proyecta sobre la Luna. Uno rojizo y otro azulado. El rojizo tiene el mismo origen que las puestas de Sol. Al atardecer (o al amanecer) puedes ver que la luz que te llega del Sol es dispersada por la atmósfera, dejando finalmente pasar sólo la luz más rojiza. Esa luz rojiza que te llega a los ojos no se detiene ahí, sino que sigue hacia atrás tuyo, hasta escapar de nuevo al espacio, dando un tono rojizo a la sombra de la Tierra. Si nos encontráramos en la Luna justo en el centro de la sombra del eclipse cuando la Tierra tapa por completo al Sol, veríamos un bello anillo de luz roja delimitando el borde de nuestro planeta.
El tono azulado que rodea la sombra roja tiene en cambio su origen en el ozono de las capas más altas de nuestra atmósfera. El ozono absorbe la luz rojiza de la luz solar, dejando en cambio pasar la componente azulada. Esto se puede ver como un suave cerco azulado alrededor del nucleo rojizo de la sombra terrestre.
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Créditos: Observatori Astronómic de la Universitat de València,
Vicent Peris, José Francisco Ponce.