Descubierto el origen de las auroras de latitudes altas
19/12/2014 de ESA
La cara nocturna de la magnetosfera terrestre forma una magnetocola estructurada, que consiste en una capa de plasma a bajas latitudes que se encuentra atrapada entre dos regiones llamadas lóbulos de la magnetocola. Los lóbulos son regiones en las que las líneas del campo magnético de la Tierra están conectadas directamente con el campo manético transportado por el viento solar. Se observan diferentes poblaciones de plasma en estas regiones -el plasma en los lóbulos está muy frío, mientras que la capa de plasma es más energética. Crédito: ESA/NASA/SOHO/LASCO/EIT .
Las auroras son la manifestación más visible del efecto del Sol sobre la Tierra, pero muchos aspectos de estas espectaculares manifestaciones son todavía poco comprendidos. Gracias a los satélites Cluster de ESA e Image de NASA, que han trabajado juntos, un tipo particular de auroras de muy alta latitud ha sido ahora explicado.
Aunque separados unos 150 millones de kilómetros, el Sol y la Tierra están conectados por el viento solar. Este flujo de plasma – partículas atómicas con carga eléctrica – es lanzado por el Sol y viaja a través del Sistema Solar, transportando con él su campo magnético. Dependiendo de cómo este «campo magnético interplanetario» esté alineado con el campo magnético de la Tierra cuando llega, los resultados pueden ser diferentes.
En el punto de encuentro entre los dos campos, el campo magnético de la Tierra apunta al norte. Si el campo interplanetario está apuntando al sur, se produce la ‘reconexión magnética’, en la que las líneas de campo magnético con direcciones opuestas se rompen de forma espontánea y reconectan con otras líneas de campo cercanas. Esto abre la puerta a que el plasma del viento solar penetre en la magnetosfera – la ‘burbuja’ magnética de la Tierra.
Pero cuando el campo magnético interplanetario apunta al norte, las auroras pueden producirse a latitudes más altas de lo normal. Una clase de estas auroras es la llamada ‘aurora theta’ porque vista desde arriba parece la letra griega theta – un óvalo con una línea cruzándolo por el centro.
La nueva investigación ha descubierto que las auroras theta se producen debido a un mecanismo que atrapa el plasma solar en la magnetosfera durante el proceso de reconexión magnética que se produce en la cara nocturna de la Tierra.