Demuestran que las «olas rompientes» perturban el campo magnético de la Tierra
12/5/2015 de University of New Hampshire / Nature Communications
Ondas de Kelvin-Helmholtz en la atmósfera se forman cuando vientos de alta velocidad soplan por encima de masas de aire más estancadas. Las ondas crean turbulencia y mezclan las masa de aire. Esto mismo ocurre en la magnetosfera de la Tierra, permitiendo qe las partículas del viento solar penetren en la magnetosfera y produzcan perturbaciones en los cinturones de radiación de que protegen la Tierra. Crédito: Copyright University Corporation for Atmospheric Research, foto de Benjamin Foster.
Los procesos físicos que hay detrás de la formación de las nubes con aspecto de olas rompientes en nuestra atmósfera a menudo también abren las puertas al plasma del viento solar de alta energía que perturba el campo magnético de la Tierra, o magnetosfera, que nos protege de la radiación cósmica.
El fenómeno está relacionado con las ondas de Kelvin-Helmholtz de frecuencia ultrabaja, que se encuentran por todo el Universo y crean patrones característicos – desde en las nubes de la Tierra y las superficies de los océanos hasta en la atmósfera de Júpiter – pero que no se pensaba que fueran un mecanismo habitual en el cambio de la dinámica de la magnetosfera.
«Nuestro artículo demuestra que las ondas, que son creadas por lo que se conoce como la inestabilidad de Kelvin-Helmholtz, ocurren con mucha más frecuencia de lo que se pensaba», afirma Joachim Raeder. «Y esto es importante puesto que cada vez que el borde de la magnetosfera de la Tierra (la magnetopausa) es sacudida se crearán ondas que se propagarán por toda la magnetosfera, que a su vez pueden dar o quitar energía a las partículas de los cinturones de radiación».
El efecto de las ondas de inestabilidad de Kelvin-Helmholtz (que toman nombre de los científicos del siglo XIX Lord William Thomson Kelvin y Hermann von Helmholtz) puede verse normalmente en los patrones de las nubes, en las superficies de océanos o lagos e incluso en las piscinas. Las ondas son creadas cuando un fluido o dos fluidos diferentes, viento y agua por ejemplo, interaccionan a diferentes velocidades, creando diferentes presiones por delante y por detrás de la onda. «En las nubes se ven porque la baja atmósfera está más estancada y hay viento a más alta velocidad que pasa por encima de ella, lo que crea este patrón de remolinos», hace notar Shiva Kavosi, directora del estudio.