Cúmulos globulares que giran
12/5/2014 de Max Planck Institute for Extraterrestrial Physics
El núcleo del cúmulo globular Mesier 13 se encuentra a sólo 125 000 años-luz y mide unos 145 años-luz de diámetro. Se encuentra en dirección a la constelación de Hércules y a veces puede verse incluso con unos prismáticos pequeños. Crédito: ESA/Hubble y NASA.
Observaciones recientes de cúmulos globulares con el instrumento VIRUS-W del observatorio McDonald revelaron una señal de rotación en el centro de este enorme conglomerado de estrellas. Este descubrimiento es muy sorprendente, ya que los astrónomos esperaban que cualquier rotación central debería de haber sido ya eliminada debido a la gran edad de estos cúmulos. Además, los astrónomos del Instituto Max Planck de Física Extraterrestre y la Universidad de Texas han descubierto que el eje de rotación concuerda con la ligera elongación encontrada en algunos cúmulos, indicando que este aplanamiento está causado por la rotación.
Los cúmulos globulares son antiguas formaciones que están en órbita alrededor de la mayoría de las galaxias, incluyendo nuestra Vía Láctea. Se trata de grupos de hasta un millón de estrellas viejas, pobres en metales, que están estrechamente ligadas por la gravedad. Debido a su gran edad y a su forma bastante esférica, con una fuerte concentración de estrellas hacia el centro, han sido considerados históricamente como sistemas simples. Sin embargo, las nuevas observaciones siguen proporcionando resultados sorprendentes.
«En todos los cúmulos globulares de nuestra muestra encontramos una señal de rotación en el centro – un resultado asombroso», comenta Maximilian Fabricius, director del estudio. «Esto no es lo que esperábamos; inicialmente observábamos estos cúmulos globulares para medir su dispersión de velocidades en el centro». La dispersión de velocidades es una medida de la cantidad de movimiento aleatorio estelar en un cúmulo. La rotación, por otro lado, significa que el cúmulo posee de hecho un eje de rotación alrededor del cual hay más estrellas que giran en un sentido que en el contrario.
«Las simulaciones teóricas y numéricas de los cúmulos globulares indican que cualquier rotación central debería de haber quedado borrada en escalas de tiempo relativamente pequeñas», comenta Eva Noyola.