Corrientes ultrarrápidas ayudan a agujeros negros monstruosos a modelar sus galaxias
28/2/2012 de NASA
Una curiosa correlación entre la masa del agujero negro central de una galaxia y la velocidad de las estrellas en una gran estructura aproximadamente esférica conocida con el nombre de bulbo, ha intrigado a los astrónomos durante años. Un equipo internacional, dirigido por Franceso Tombesi del Goddard Space Flight Center de NASA, ha identificado ahora un nuevo tipo de flujo de materia provocado por el agujero negro que parece ser lo suficientemente potente y común para explicar esta relación.
La mayoría de las galaxias contienen un agujero negro central cuya masa es millones de veces la del sol, pero las galaxias que albergan agujeros negros más masivos poseen también bulbos que contienen, en promedio, estrellas que se mueven más rápido. Esta relación sugiere que existe algún tipo de mecanismo de retroalimentación entre el agujero negro de la galaxia y sus procesos de formación de estrellas. Pero no había una explicación adecuada para cómo la actividad de un gran agujero negro, que afecta fuertemente a una región varias veces mayor que nuestro sistema solar, podría influir en el bulbo de la galaxia, que comprende una región aproximadamente un millón de veces mayor.
Durante la última década, ha aparecido indicios de un nuevo tipo de flujo de materia producido por el agujero negro. En los centros de algunas galaxias activas, las observaciones de rayos X en longitudes de onda correspondientes a aquéllas del hierro fluorescente, muestran que esta radiación está siendo absorbida. Esto significa que debe de haber nubes de gas más frío delante de la fuente de rayos X. Y aún más, estas líneas espectrales absorbidas están desplazadas de sus posiciones normales hacia longitudes de onda más cortas, es decir, están corridas hacia el azul, lo que indica que las nubes están moviéndose hacia nosotros.