Cómo «parpadean» las luces más brillantes del Universo
6/7/2015 de ETH Zürich / MNRAS
«Hanny’s Voorwerp» (en verde, abajo) es un objeto astronómico que se apagó hace unos 200 000 años. Visible en la parte superior se encuentra la galaxia espiral IC 2497. Crédito: NASA, ESA, W. Keel, Galaxy Zoo Team.
Los núcleos activos de galaxias (AGN) son los objetos más brillantes del Universo. No están permanentemente encendidos, sino que «parpadean» extremadamente despacio. Los agujeros negros supermasivos atraen gas con fuerza de sus alrededores. El gas se va calentando por fricción a medida que gira alrededor del agujero negro y empieza a radiar. Así es cómo los objetos más brillantes del Universo se forman. A menudo son más brillantes que los cientos de miles de millones de estrellas que hay en su galaxia. En el centro de nuestra Galaxia, la Vía Láctea, hay también un agujero negro de este tipo que, según algunos estudios, brilló como un AGN hace unos pocos millones de años.
Ahora investigadores del ETH Zurich dirigidos por el Profesor Kevin Schawinski, del Instituto de Astronomía, revelan en su último estudio que estos AGN no están brillando permanentemente, sino que se parecen a una lámpara parpadeante. En la actual edición de la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society los astrónomos informan por primera vez de que los AGN «se apagan y encienden» cada par de cientos de miles de años, algo que han descubierto basándose en sus observaciones.
Un AGN emite radiación en todas las longitudes de onda, desde rayos X a radio, así que los telescopios pueden detectar la emisión en rayos X que se origina en las proximidades inmediatas del AGN y también registrar la luz visible, aunque con un cierto retraso. La luz visible no procede del núcleo galáctico activo sino del gas que llena el espacio entre las estrellas de la galaxia. Los átomos del gas interestelar son estimulados por la radiación del núcleo galáctico activo de modo muy específico. El retraso es debido al tiempo que necesita la luz para alcanzar el límite de la galaxia. Antes de que esto ocurra, el núcleo galáctico activo se encuentra aparentemente en un estado de «apagado», por lo menos en lo que respecta a la luz visible. El AGN emite rayos X en este estado.
Los investigadores de ETH han descubierto en su vasta colección de datos de observaciones de núcleos galácticos activos que un 5 por ciento de ellos parecían encontrarse en el estado «apagado». Esto significa que aunque fueron detectados por los telescopios de rayos X, no radiaban luz visible. Y si un cinco por ciento de todos los AGN observados no emite luz, esto implica que el estado de apagado representa el cinco por ciento, o un veinteavo de la duración total de la fase oscura de un AGN. Trabajos teóricos anteriores apuntan a que la duración de este estado, que podría compararse a la adolescencia humana, es de unos 10 mil años, por lo que los astrónomos concluyen que la fase total de un AGN – la duración de una vida humana, siguiendo con la analogía – es de unos 200 mil años de duración en promedio.