Cómo nacen los cometas
29/7/2016 de ESA / Astronomy & Astrophysics
Infografía que muestra las pruebas de que el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko está compuesto por material antiguo conservado desde la formación del Sistema Solar primitivo y que se unió a baja velocidad. Las pruebas se basan en las propiedades estructurales del cometa, los gases detectados al ser expulsados del núcelo y las observaciones de características de la superficie. Créditos: ESA/Rosetta/NavCam – CC BY-SA IGO 3.0; recuadros de ESA/Rosetta/MPS for OSIRIS Team MPS/UPD/LAM/IAA/SSO/INTA/UPM/DASP/IDA; Fornasier et al. (2015); ESA/Rosetta/MPS for COSIMA Team MPS/CSNSM/UNIBW/TUORLA/IWF/IAS/ESA/BUW/MPE/LPC2E/LCM/FMI/UTU/LISA/UOFC/vH&S; Langevin et al. (2016).
El análisis detallado de datos tomados por Rosetta muestra que los cometas son los restos antiguos de la formación del Sistema Solar primitivo y no los fragmentos más jóvenes que resultaron de las colisiones entres otros cuerpos mayores.
El comprender cómo y cuándo objetos como el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko tomaron forma es de la mayor importancia para determinar cómo pueden ser utilizados exactamente para interpretar la formación y evolución temprana de nuestro Sistema Solar. Si los cometas son primordiales, entonces podrían ayudar a revelar las propiedades de la nebulosa solar a partir de la que el Sol, los planetas y cuerpos pequeños condensaron hace 4600 millones de años, y los procesos que transformaron nuestro Sistema Solar en la arquitectura que vemos hoy en día.
La hipótesis alternativa es que son los fragmentos más jóvenes resultantes de choques entres cuerpos progenitores más viejos como los objetos transneptunianos helados. Nos proporcionarían entonces datos sobre el interior de estos cuerpos mayores, las colisiones que los rompieron y el proceso de construcción de cuerpos nuevos a partir de los restos de otros más viejos.
Durante su viaje de dos años al cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, Rosetta ha revelado la imagen de un cometa de densidad baja, porosidad alta, con un cuerpo formado por dos lóbulos con muchas capas que sugieren que los lóbulos han ido acumulando material con el paso del tiempo antes de unirse. La porosidad inusualmente alta del interior del núcleo proporciona la primera indicación de que este crecimiento no puede haber tenido lugar vía colisiones violentas, ya que éstas habrían compactado el material frágil. Estructuras y características en diferentes escalas de tamaño observadas por las cámaras de Rosetta proporcionan mayor información acerca de cómo puede haber tenido lugar este crecimiento.