Colinas de Marte de más de un kilómetro de altura construidas por viento y el cambio climático
11/4/2016 de American Geophysical Union / Geophysical Research Letters
El cráter Gale, lugar de aterrizaje del robot de Marte Curiosity de NASA, posee un montículo de cinco kilómetros d altura en su centro llamado Monte Sharp. El círculo indica el lugar de aterrizaje del robot. La línea azul es el camino que ha recorrido. Un trabajo de investigación nuevo indica que los montículos como éste pueden haber sido creados por el viento a lo largo de miles de millones de años. Crédito: NASA / JPL.
Una nueva investigación ha descubierto que el viento ha creado montículos enormes de más de kilómetro y medio de altura en Marte a lo largo de miles de millones de años. Sus posiciones ayudan a averiguar cuándo se secó el Planeta Rojo durante un episodio de cambio climático global.
El descubrimiento muestra la importancia del viento en la formación del paisaje marciano, una fuerza que en la Tierra es vencida por otros procesos, afirma Mackenzie Day, estudiante graduado de la Universidad de Texas y director del estudio. «En Marte no hay tectónica de placas y no hay agua líquida así que no tienes nada con que sobreescribir ese proceso y tras miles de millones de años consigues estas colinas, que expresan cuánto cambio geomórfico puedes instigar realmente sólo con el viento», afirmó Day. «El viento nunca podría haber hecho esto en la Tierra porque el agua actúa mucho más rápido y la tectónica actúa mucho más deprisa».
Observados por vez primera durante el programa Viking de NASA en la década de 1970, los montículos se encuentran en el fondo de cráteres. Un análisis reciente del robot de Marte Curiosity en Monte Sharp, un montículo de cinco kilómetros de altura situada en el interior del cráter Gale, ha revelado que los más gruesos están hechos de roca sedimentaria, con las bases compuestas por sedimentos transportados por agua que solía fluir hacia el cráter y las partes superiores hechas de sedimentos depositados por viento. Sin embargo, todavía no se había explicado cómo se formaron las colinas en el interior de cráteres que en el pasado habían estado llenos de sedimentos.
Para comprobar si el viento podría haber creado un montículo, los investigadores construyeron un cráter en miniatura de 30 cm de ancho y 4 cm de profundidad, lleno con arena húmeda y colocado en un túnel de viento. Realizaron un seguimiento de la elevación y distribución de la arena en el crater hasta que toda ella había sido eliminada. El sedimento del modelo resultó erosionado en modos parecidos a los observados en cráteres marcianos, creando un foso con forma de luna creciente que se hizo más profundo y ancho alrededor de los bordes del cráter. Al final todo lo que quedó del sedimento era un montículo, que con el tiempo, también desapareció por la erosión.
Además, la estructura de los montículos ayuda a relacionar su formación con un cambio climático en Marte, según Gary Kocurek: el fondo se formó durante una época húmeda y la parte superior durante un periodo seco.