ALMA descubre cómo una galaxia enana se convierte en poderosa incubadora de estrellas
10/9/2015 de ALMA / Nature
ALMA descubrió una inesperada población de nubes interestelares compactas dentro de la galaxia enana irregular WLM. Estas nubes incubadoras de estrellas constituyen un ambiente fecundo para la formación de cúmulos estelares. Al compararla con una imagen obtenida por el telescopio Blanco (CTIO, Cerro Tololo, Chile), de 4 metros, la imagen generada con el telescopio VLA de NRAO de una capa superpuesta de gas de hidrógeno (en rojo, en el recuadro superior izquierdo) revela la existencia de la presión necesaria para concentrar las moléculas de monóxido de carbono (en amarillo), tal como se observó con ALMA. Estas áreas corresponden a densos núcleos capaces de formar cúmulos como los que hay en la Vía Láctea y otras galaxias grandes. Créditos: B. Saxton (NRAO/AUI/NSF); M. Rubio et al., Universidad de Chile, ALMA (NRAO/ESO/NAOJ); D. Hunter y A. Schruba, VLA (NRAO/AUI/NSF); P. Massey/ Observatorio Lowell y K. Olsen (NOAO/AURA/NSF).
No muy lejos de nosotros hay una galaxia enana que suscita una gran interrogante: ¿Cómo logra dar nacimiento a cúmulos estelares sin tener todo el gas y polvo que suele haber en las galaxias más grandes? Los astrónomos creen que la respuesta está en densas cápsulas de material esparcidas por toda la galaxia que alimentan los procesos de formación estelar y que hasta ahora no habían sido detectadas.
Gracias al Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), un equipo internacional de astrónomos descubrió un conjunto compacto de nubes interestelares oculto al interior de la galaxia cercana, enana e irregular Wolf-Lundmark-Melotte, más conocida como WLM.
Estas nubes, que están inmersas en una densa capa de material interestelar, podrían ayudar a entender por qué se forman estos cúmulos estelares [3] en las tenues inmediaciones de una galaxia, miles de veces más pequeña y difusa que nuestra Vía Láctea.
«Por distintas razones, las galaxias enanas irregulares como WLM carecen de lo que se necesita para formar cúmulos estelares», explica Mónica Rubio, astrónoma de la Universidad de Chile y autora principal de un artículo que publica la revista científica Nature. «Son galaxias esponjosas y muy poco densas, que carecen de los elementos pesados que suelen contribuir a la formación de las estrellas. Las galaxias de este tipo deberían formar estrellas dispersas en vez de cúmulos concentrados, pero claramente este no es el caso».
Al estudiar esta galaxia con ALMA, los astrónomos pudieron localizar por primera vez unas zonas compactas que parecen tener las mismas características que los fecundos ambientes que suele haber en las galaxias más grandes.