Venus Express se prepara para la zambullida
19/5/2014 de ESA
Visualización de Venus Express durante la maniobra de aerofrenado, que llevará a la nave a una altura de unos 130 km desde el 18 de junio al 11 de julio. Durante el mes anterior, la altitud será gradualmente reducida desde unos 200 km a 130 km. Si la nave sobrevive, y lo permite el combustible, la altura de la órbita será de nuevo incrementada a unos 450 km aproximadamente, permitiendo que las operaciones continúen durante unos pocos meses más. Eventualmente, la nave espacial se caerá a la atmósfera y la misión finalizará. Crédito: ESA–C. Carreau
Después de ocho años en órbita, Venus Express de ESA ha finalizado sus observaciones rutinarias científicas y se prepara para un arriesgada zambullida en la hostil atmósfera del planeta.
Venus Express fue lanzada con un cohete Soyuz-Fregat desde el cosmódromo ruso de Baikonur en Kazajistán, el 9 de noviembre de 2005, llegando a Venus el 11 de abril de 2006. Ha permanecido en órbita alrededor de Venus siguiendo una trayectoria elíptica de 24 horas que la lleva desde una distancia de 66000 km sobre el polo sur – consiguiendo increíbles imágenes globales – a una altitud de unos 250 km por encima de la superficie en el polo norte, cerca de la parte superior de la atmósfera del planeta.
Con un conjunto de siete instrumentos, la nave ha proporcionado un estudio completo de la ionosfera, atmósfera y superficie de Venus. “Venus Express nos ha enseñado lo variable que es el planeta en todas las escalas de tiempo y, además, nos ha proporcionado pistas sobre cómo podría haber cambiado desde su formación hace 4600 millones de años”, afirma Håkan Svedhem. “Esta información nos está ayudando a descifrar cómo Venus y la Tierra llegaron a ser tan diferentes, pero también hemos encontrado que existen algunas similitudes fundamentales”.
Ahora, después de ocho años en órbita, las reservas del combustible necesario para mantener la órbita elíptica están disminuyendo y pronto se agotarán. Por ello, las operaciones rutinarias de ciencia concluyeron la semana pasada, y la nave espacial está siendo preparada para una misión final: realizar una zambullida controlada a más profundidad en la atmósfera de lo que se haya intentado hasta ahora. Si la nave sobrevive, será llevada de nuevo a una órbita a mayor altura y continuarán sus opraciones de manera limitada durante varios meses más, siempre que lo permita el combustible.