Una nueva mirada al campo magnético del Sol
2/4/2015 de Instituto Max Planck de Investigación del Sistema Solar
Estrella tormentosa: el Sol asemeja una gigantesca bola de gas cuya actividad es controlada por fuertes campos magnéticos. Esta imagen fue tomada por el satélite Solar Dynamic Observatory de NASA. Crédito: NASA/SDO y los equipo científicos AIA, EVE, y HMI.
Manchas solares, estallidos de radiación y erupciones violentas son señales de que nuestro Sol está permanentemente activo. Los investigadores han sabido desde hace tiempo que esta actividad cambia con un ciclo de alrededor de once años de duración. Incluso aún cuando muchas preguntas todavía no han sido respondidas, una cosa es cierta: los campos magnéticos que emergen en la superficie de nuestro Sol desde su interior son la causa de todo ello.
Robert Cameron y Manfred Schüssler, del Instituto Max Planck de Investigación del Sistema Solar en Göttingen, han demostrado que es posible deducir cuál es el mecanismo interno, simplemente observando los procesos magnéticos de la superficie. Esto permite incluso realizar predicciones acerca de la intensidad del siguiente ciclo de actividad.
“Hasta ahora muchos expertos creían que los fenómenos magnéticos que se manifiestan en el exterior sólo son los síntomas de los procesos que tienen lugar en el interior”, afirma Manfred Schüssler. “Ahora hemos aplicado un teorema matemático que el matemático y físico irlandés Geroge Gabriel Stokes demostró en el siglo XIX”.
Este teorema relaciona los campos en la superficie con los del interior de un cuerpo. Los científicos han empleado este argumento puramente matemático para demostrar que el campo magnético que puede ser medido en la superficie del Sol es el único origen del ordenado campo toroidal en su interior, que a su vez produce los fenómenos de actividad en el siguiente ciclo de once años.