Un rápido flujo de gas eclipsa un agujero negro supermasivo
20/6/2014 de NASA
En esta ilustración, una oscura nube de material absorbente está situada muy por encima del agujero negro supermasivo y del disco de acrecimiento en el centro de la galaxia activa NGC 5548. Otros numerosos filamentos se retuercen alrededor del agujero negro mientras son barridos por un torrente de “vientos” de radiación. Crédito: NASA, ESA, y A. Feild (STScI)
Un equipo internacional de astrónomos, usando datos de varios observatorios espaciales de NASA y ESA, ha descubierto un comportamiento inesperado de un agujero negro supermasivo en el centro de la galaxia NGC 5548, situada a 244600 millones de años-luz de la Tierra. Este comportamiento puede proporcionar nuevos datos acerca de cómo los agujeros negros supermasivos interaccionan con las galaxias que los albergan.
Inmediatamente después de que el telescopio espacial Hubble observara NGC 5548 en junio de 2013, este equipo internacional de investigadores descubrió características inesperadas en los datos. Detectaron un flujo de gas que escapaba rápidamente hacia afuera del agujero negro supermasivo de la galaxia, bloqueando un 90 por ciento de los rayos X emitidos por el agujero.
“Los datos muestran cambios dramáticos desde la última observación con el Hubble en 2011”, afirma Gerard Kriss del Space Telescope Science Institute (STScI). “Vi señales de gas mucho más frío del que había anteriormente, indicando que el viento se había enfriado debido a una disminución significativa en la intensidad de la radiación de rayos X del núcleo de la galaxia”.
Los agujeros negros supermasivos del núcleo de las galaxias activas, como NGC 5548, expulsan grandes cantidades de material a través de potentes vientos constantes de gas ionizado. Pero ahora ha aparecido un nuevo viento, mucho más intenso y rápido que el viento persistente.
“Estos nuevos vientos alcanzan velocidades de hasta 5000 kilómetros por segundo, pero se encuentran mucho más cerca del núcleo que el viento persistente”, afirma Jelle Kaastra, de SRON. “El nuevo flujo de gas bloquea hasta el 90 por ciento de los rayos X de baja energía que proceden de muy cerca del agujero negro, y oscurece hasta una tercera parte de la región que emite radiación ultravioleta a unos pocos días-luz de distancia del agujero negro”.