Un nuevo método para encontrar planetas realiza su primer descubrimiento
14/5/2013 de Center for Astrophysics
Detectar mundos alienígenas presenta un reto importante ya que son pequeños, débiles y están cerca de sus estrellas. Las dos técnicas más prolíficas para encontrar exoplanetas son la velocidad radial (buscar oscilaciones en las estrellas) y tránsitos (buscar estrellas cuyo brillo disminuye). Un equipo de Tel Aviv University y el Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics (CfA) acaba de encontrar un exoplaneta utilizando un método nuevo que se basa en la teoría especial de la relatividad de Einstein.
“Estamos buscando efectos muy sutiles. Necesitamos medidas de alta calidad de brillos estelares, con predicciones de unas pocas partes por millón”, explica un miembro del equipo, David Latham del CfA. “Esto ha sido posible solo por los datos excepcionales que NASA está tomando con la nave espacial Kepler”, añade el primer autor del estudio, Simchon Faigler de Tel Aviv University, Israel.
Aunque Kepler fue diseñado para encontrar planetas en tránsito, este planeta no fue identificado utilizando el método de tránsitos, sino siguiendo una técnica que fue propuesta en primer lugar por Avi Loeb del CfA y su colaborador Scott Gaudi (ahora en Ohio University) en 2003.
El nuevo método busca tres efectos pequeños que se producen simultáneamente cuando un planeta está en órbita alrededor de la estrella. Por un lado, la estrella aumenta de brillo cuando se desplaza hacia nosotros, arrastrada por el planeta, y disminuye cuando se aleja. El aumento de brillo es consecuencia de la “acumulación” de energía, así como el hecho de que la luz se enfoca en la dirección del movimiento de la estrella debido a efectos relativistas.
El equipo también buscó señales de que la estrella fuera estirada, tomando la forma de un melón, por mareas gravitatorias del planeta en órbita. La estrella parecería más brillante cuando observamos el “melón” de lado, debido a que hay más área de la superficie visible, y más débil cuando la vemos por uno de los extremos. El tercer efecto pequeño fue debido a la luz de la estrella reflejada en el propio planeta.