Un atlas de nubes cambia las ideas de los astrónomos sobre los lugares de nacimiento de estrellas
12/12/2013 de MPIA
Un estudio de varios años de la galaxia del Remolino (M51) ha perturbado las ideas de los astrónomos sobre las propiedades de las nubes moleculares gigantes. El nuevo estudio, que cartografió dichas nubes, muestra que se encuentran dentro de una especie de niebla de gas molecular mucho más denso de lo que nadie esperaba, que impregna el disco galáctico por completo. La presión ejercida por esta niebla es crucial a la hora de determinar si las nuevas estrellas se formarán dentro de las nubes. El estudio, dirigido por Eva Schinnerer, del Instituto Max Planck de Astronomía, ha empleado los telescopios de ondas milimétricas de IRAM, el Instituto de Radioastronomía Milimétrica.
La mayoría de las estrellas nacen dentro de gigantescas nubes moleculares – acumulaciones de moléculas de hidrógeno con masa totales entre miles y varios millones de veces la de nuestro Sol. Cuando colapsa una región dentro de una nube de estas bajo su propia gravedad, se contrae hasta que la presión y la temperatura son suficientemente altas como para que se inicie la fusión nuclear: ha nacido una estrella nueva.
Ahora, un nuevo estudio desafía las ideas tradicionales de los astrónomos sobre estos lugares de nacimiento de estrellas. La directora del estudio, Eva Schinnerer explica: “Durante los últimos cuatro años hemos obtenido el mapa más completo de nubes moleculares gigantes en otra galaxia espiral similar a nuestra propia Vía Láctea, reconstruyendo las diferentes cantidades de moléculas de hidrógeno y estableciendo correlaciones entre ellas y la presencia de estrellas nuevas o viejas”.
Annie Hughes, investigadora postdoctoral del MPIA involucrada en el estudio, afirma: “Solíamos pensar en las nubes moleculares gigantes como objetos solitarios, flotando por el medio interestelar de gas poco denso en aislado esplendor, constituyendo el principal almacén de reservas de moléculas de hidrógeno de una galaxia. ¡Pero nuestro estudio demuestra que el 50% del hidrógeno se encuentra fuera de las nubes, en una niebla difusa con forma de disco que permea la galaxia!”