Resuelven el misterio de los asteroides que desaparecen
18/2/2016 de Institute for Astronomy / Nature
Ilustración de artista. La órbita de un asteroide resulta alterada cuando pasa cerca de Júpiter, la Tierra o Venus y la nueva órbita le acerca al Sol. El calor intenso del Sol provoca que la superficie del asteroide se expanda y fracture y parte del material se rompa. Cuando el material de la superficie se desintegra, crea polvo y guijarros que se esparcen por la órbita del asteroide con el paso del tiempo. Si la órbita del polvo y los guijarros intersecciona con la Tierra, puede crear una lluvia de meteoros. Crédito: Karen Teramura, UH IfA.
Desde que se tuvo conciencia de que los impactos de cometas y asteroides son un peligro real y representan un peligro para la supervivencia de la Tierra, se pensó que la mayoría de estos objetos acababan su existencia en un dramático zambullido final hacia el Sol. Un nuevo estudio publicado en la revista Nature, en cambio, encuentra que la mayoría de estos objetos son destruidos en grandes chisporroteos calientes bastante más lejos del Sol de lo que se pensaba.
Un equipo internacional de investigadores se propuso construir un modelo de la población de los llamados Objetos Cercanos a la Tierra (NEOs) necesario para planear futuros estudios de asteroides y misiones espaciales. El modelo describe la distribución de las órbitas de los NEOs y estima el número de NEOs de distintos tamaños.
Pero los científicos detectaron un problema en su modelo: predecía que tiene que haber al menos 10 veces más de objetos en órbitas de aproximación al Sol a una distancia máxima de éste de 10 veces el diámetro solar. Los investigadores pasaron un año verificando sus cálculos ante de llegar a la conclusión de que el problema no se encontraba en su análisis sino en sus hipótesis acerca de cómo funciona el Sistema Solar.
Mikael Granvik, investigador de la Universidad de Helsinki propuso que el modelo se ajustaría mejor a las observaciones si los NEOs fueran destruidos cerca del Sol pero mucho antes de una colisión real. Los investigadores comprobaron la idea y encontraron un acuerdo excelente entre el modelo y la población observada de NEOs cuando eliminaban los asteroides que pasaban demasiado tiempo a una distancia menor de 10 veces el diámetro del Sol. “El descubrimiento de que los asteroides pueden estar rompiéndose cuando se acercan demasiado al Sol fue sorprendente y por eso pasamos tanto tiempo verificando nuestros cálculos”, comentó el Dr. Jedicke.
El modelo también predice que los asteroides más oscuros son destruidos a mayor distancia del Sol que los más brillantes, explicando así un descubrimiento anterior de que los NEOs que se acercan más al Sol son más brillantes que los que se mantienen a cierta distancia. El hecho de que los objetos oscuros se destruyan con más facilidad implica que los asteroides brillantes y oscuros poseen composiciones internas y estructuras diferentes.