NuSTAR descubre pistas nuevas acerca de la supernova “camaleónica”
25/1/2017 de JPL / The Astrophysical Journal
Esta imagen del observatorio de rayos X Chandra muestra la galaxia espiral NGC 7331, en el centro, en una imagen de rayos X creada con un código de tres colores. El rojo, verde y azul han sido utilizados para señalar los rayos X de energías baja, media y alta, respectivamente. Una supernova inusual llamada SN 2014C ha sido observada en esta galaxia, (en el recuadro). Crédito: NASA/CXC/CIERA/R.Margutti et al.
“Estamos hechos de material de estrellas”, afirmó el astrónomo Carl Sagan. Las reacciones nucleares que se produjeron en estrellas antiguas generaron gran parte del material que constituye nuestro cuerpo, nuestro planeta y nuestro Sistema Solar. Cuando las estrellas explotan en muertes violentas llamadas supernovas, esos elementos recién formados escapan y se esparcen por el Universo.
Una supernova en particular está desafiando a los modelos de los astrónomos acerca de cómo las estrellas distribuyen sus elementos al explotar. La supernova SN 2014C cambió de aspecto drásticamente en el curso de un año, aparentemente porque había arrojado una gran cantidad de material al final de su vida. Esto no se ajusta a ninguna categoría reconocida de cómo debería de producirse una explosión estelar. Para explicarlo, los científicos deben reconsiderar las ideas establecidas sobre cómo agotan sus vidas las estrellas masivas antes de explotar.
“Esta supernova ‘camaleónica’ puede representar un nuevo mecanismo de cómo las estrellas masivas aportan elementos creados en sus núcleos al resto del Universo”, afirma Raffaella Margutti (Northwestern University, Illinois, USA).
Los astrónomos clasifican estas estrellas que explotan en base a si hay o no hidrógeno presente en el suceso. Las estrellas comienzan sus vidas fusionando hidrógeno en helio, pero las estrellas grandes cercanas a una muerte por supernova han agotado el hidrógeno que tenían como combustible. Las supernovas en las que hay muy poco hidrógeno presente son llamadas de Tipo I. A aquéllas con abundancia de hidrógeno, y que son más raras, se las llama de Tipo II.
Pero SN 2014C, descubierta en 2014 en una galaxia espiral a entre 36 millones y 46 millones de años-luz de distancia, es diferente. Observándola en longitudes de onda del óptico con varios telescopios, los astrónomos concluyeron que se había convertido de una supernova de Tipo I a una de Tipo II después del colapso de su núcleo. Las observaciones iniciales no detectaron hidrógeno, pero un año después, estaba claro que las ondas de choque que se propagaron desde la explosión estaban chocando contra material dominado por hidrógeno alrededor de la estrella. Ahora, las observaciones en rayos X con NuSTAR y otros satélites han demostrado que SN 2014C expulsó en un tiempo muy corto una capa de hidrógeno antes de explotar, y que posiblemente no muriese sola, sino que tenía una estrella compañera que hizo que explotase de este modo poco habitual.