Nueva imagen de radar de Venus tomada desde la Tierra
10/3/2015 de NRAO
Una proyección de datos de radar de Venus tomados en 2012. Se ven con facilidad importantes formaciones de la superficie, como montañas y cordilleras. La banda negra diagonal del centro corresponde a áreas demasiado cercanas al “ecuador” Doppler, donde no es posible obtener imágenes detalladas. Crédito: B. Campbell, Smithsonian, et al., NRAO/AUI/NSF, Arecibo.
Para los telescopios ópticos en tierra, la superficie de Venus está envuelta bajo gruesas nubes compuestas principalmente de dióxido de carbono. Para penetrar este velo, sondas como la nave espacial Magellan de NASA emplean radares para desvelar las notables formaciones de este planeta, como montañas, cráteres y volcanes.
Recientemente, combinando las capacidades de recepción de alta sensibilidad del telescopio Green Bank y el potente transmisor de radar del observatorio de Arecibo, los astrónomos han sido capaces de obtener imágenes con gran detalle de la superficie de este planeta sin tener que abandonar la Tierra.
Las señales de radar emitidas desde Arecibo atravesaron tanto nuestra atmósfera como la de Venus, y allí chocaron contra la superficie y rebotaron, siendo recibidas por el telescopio de Green Bank en un proceso conocido como radar biestático.
Este método es esencial para estudiar no sólo la superficie tal como es ahora, sino también para encontrar cambios. Comparando las imágenes tomadas en periodos temporales diferentes, los científicos esperan acabar detectando señales de vulcanismo activo u otros procesos geológicos dinámicos que revelen pistas sobre la historia geológica de Venus y las condiciones del subsuelo.