Luz y oscuridad en el Lago del Fénix de Marte
15/11/2010 de ESA
Dicen que no puedes juzgar un libro por su portada pero, con los planetas, las primeras impresiones sí que cuentan. Nuevas imágenes muestran dónde algunas líneas complejas de fallas en la región del Phoenicis Lacus de Marte han producido un terreno con una apariencia muy contrastada.
Los astrónomos del siglo diecinueve fueron los primeros en ver el Phoenicis Lacus de Marte. Lo identificaron como una mancha oscura, y pensaron que parecía un mar. Ahora sabemos que no se trata de una masa de agua sino de la prolongación hacia el suroeste del complejo sistema del Noctis Labyrinthus, que se extiende desde los volcanes gigantes de la región Tharsis de Marte.
El brillo de una formación en la superficie es todavía la primera cosa que detectan los astrónomos. Se le conoce como albedo y viene determinada en parte por la composición del material de la superficie. Por ejemplo, el hielo es más reflectante que la roca. La textura de una superficie también influye, siendo las superficies rugosas las que reflejan menos luz solar y, en consecuencia, parecen más oscuras que las superficies suaves.