Luhman B se convierte en la primera enana marrón en tener un mapa del tiempo
30/01/2014 de European Southern Observatory (ESO)/Nature
Un equipo internacional de investigadores ha realizado el primer mapa del tiempo de la superficie de la enana marrón más cercana a la Tierra, Luhman 16B, gracias al Very Large Telescope (VLT) de ESO, según publica esta semana la revista Nature. Se trata de un cuerpo celeste que forma pareja junto a otra enana marrón, Luhman A, descubiertas a principios de 2013 en la constelación austral de La Vela a una distancia de tan solo seis años luz respecto al Sol.
Las enanas marrones son un eslabón entre los planetas gigantes gaseosos (como Júpiter y Saturno) y las estrellas frías débiles. No contienen la suficiente masa como para iniciar fusiones nucleares en su interior y sólo pueden brillar débilmente en longitudes de onda infrarrojas de la luz. La existencia de la primera enana marrón se confirmó hace tan sólo veinte años y sólo se conocen unos pocos cientos de estos cuerpos celestes.
Esta pareja es el tercer sistema más cercano a la Tierra después de Alfa Centauri y de la estrella de Barnard. El componente más débil del dúo, Luhman 16B, cambia ligeramente su brillo cada pocas horas a medida que rota, aspecto que indica que puede tener marcadas características en su superficie. Los astrónomos han utilizado la potencia del telescopio VLT de ESO no sólo para obtener imágenes de estas enanas marrones, sino para establecer las zonas de luz y oscuridad en la superficie de Luhman 16B.
Ian Crossfield, del Instituto Max Planck de Astronomía de Heidelberg (Alemania) y autor principal de este artículo, asegura que “las observaciones previas sugerían que las enanas marrones pueden tener superficies moteadas, pero ahora podemos hacer un mapa”. “Pronto seremos capaces de ver cómo se forman los patrones de nubes, cómo evolucionan y se disipan en esta enana marrón, y si tiene cielos cubiertos o despejados”, añade. “Nuestro mapa de esta enana marrón nos acerca un paso más a la meta de conocer los patrones climáticos en otros sistemas solares”, finaliza.