Los pilares de la destrucción
3/11/2016 de ESO
Esta imagen fue tomada con el instrumento MUSE, instalado en el Very Large Telescope de ESO, y muestra la región R44 dentro de la nebulosa de Carina, a 7500 años luz de distancia. Las estrellas masivas que están dentro de la región de formación estelar destruyen lentamente los pilares de polvo y gas de los que nacen. Crédito: ESO/A. McLeod.
En un irónico giro, una de las primeras consecuencias de la formación de una estrella masiva es que comienza a destruir la nube en la que nació. La idea de que las estrellas masivas tienen un efecto considerable en su entorno no es nueva: se sabe que estas estrellas lanzan cantidades enormes de potente radiación ionizante (emisión con la suficiente energía como para arrancar electrones de los átomos). Sin embargo, es muy difícil obtener evidencia observacional de la interacción entre estas estrellas y su entorno.
El equipo analizó el efecto de esta radiación energética en los pilares: un proceso conocido como fotoevaporación, cuando el gas es ionizado y luego se dispersa, alejándose. Observando los resultados de la fotoevaporación — que incluyó la pérdida de masa de los pilares — fueron capaces de descubrir a los culpables. Había una clara correlación entre la cantidad de radiación ionizante emitida por las estrellas cercanas y la disipación de los pilares.
Estas nuevas y espectaculares observaciones de las enormes estructuras en forma de pilares que hay en el interior de la nebulosa de Carina se han obtenido con el instrumento MUSE, instalado en el VLT (Very Large Telescope) de ESO. Los diferentes pilares analizados por un equipo internacional parecen ser los pilares de la destrucción, en contraste con el apodo de los icónicos Pilares de la Creación, en la nebulosa del Águila, de naturaleza similar.
Las torres y pilares que pueden verse en las nuevas imágenes de la nebulosa de Carina son inmensas nubes de polvo y gas dentro de un centro de formación de estrellas que se encuentra, aproximadamente, a 7.500 años luz de distancia. Los pilares de la nebulosa fueron observados por un equipo dirigido por Anna McLeod, estudiante de doctorado en ESO, utilizando el instrumento MUSE, instalado en el Very Large Telescope de ESO.
La característica que hace de MUSE un instrumento tan potente es su capacidad para crear miles de imágenes de la nebulosa a la vez, cada una en una longitud de onda de la luz diferente. Esto permite a los astrónomos trazar las propiedades químicas y físicas del material en diferentes puntos de la nebulosa.