Los datos de OCO-2 conducen a los científicos adelante en el pasado
21/7/2014 de JPL
Los científicos emplearán medidas del Orbiting Carbon Observatory-2para rastrear el dióxido de carbono atmosférico hasta fuentes como estos incendios forestales en Siberia, cuyos penachos de humo transportan el gas de efecto invernadero por todo el mundo. Estas imágenes de los fuegos fueron captadas el 18 de mayo desde el satélite Terra. Crédito: NASA/LANCE/EOSDIS Rapid Response
El Orbiting Carbon Observatory-2 de NASA, lanzado el pasado 2 de julio, pronto proporcionará unas 100 000 medidas de alta calidad, cada día, de concentraciones de dióxido de carbono por todo el mundo. Pero para comprender los procesos que controlan el incremento de este gas de efecto invernadero en la atmósfera, los científicos necesitan saber más que tan solo dónde se encuentra ahora el dióxido de carbono. Necesitan saber dónde ha estado.
“En cierto sentido estás tratando de ir hacia atrás en tiempo y espacio”, afirma David Baker, científico de la Universidad Estatal de Colorado. “Estás invirtiendo el flujo de los vientos para determinar cuándo y dónde tuvo que ser introducido el carbono desde la superficie de la Tierra para darte las medidas que ves ahora”.
Para viajar atrás en el tiempo, los científicos atmosféricos usan una clase de modelo por computadora llamado modelo de transporte químico. Combina los procesos atmosféricos encontrados en un modelo de clima con información adicional sobre compuestos químicos importantes, incluyendo sus reacciones, sus fuentes sobre la superficie de la Tierra y los procesos que los eliminan del aire, conocidos como sumideros.