Las galaxias bebé crecieron rápidamente
17/5/2012 de Niels Bohr Institute
Las galaxias bebé que se formaron en el Universo joven hace más de 12 mil millones de años evolucionaron más rápido de lo que se pensaba, según un nuevo estudio del Instituto Niels Bohr. Esto significa que ya a principios de la historia del universo hubo potencial para la formación de planetas y vida.
Durante varios miles de años después del Big Bang, hace 13700 millones de años, el Universo consistía en una densa sopa primordial de gases y partículas. Pero el Universo se estaba expandiendo rápidamente y la sopa primordial se tornó menos densa y se enfrió. Sin embargo, la sopa primordial no era uniforme, sino que algunas áreas eran más densas que otras. La densidad en algunas de la regiones más densas aumentó debido a la gravedad y empezaron a contraerse, formando las primeras estrellas y galaxias. Esto ocurrió aproximadamente 500 millones de años después del Big Bang.
Las primeras galaxias probablemente estaban compuestas de estrellas gigantes primitivas constituidas sólo por hidrógeno y helio. No había elementos pesados. Éstos aparecieron por primera vez en un momento más tardío de la evolución del Universo, creados por procesos nucleares en las estrellas.
Hasta ahora los investigadores pensaban que las estrellas habían tardado miles de millones de años en formarse y con ellas, las galaxias con alto contenido de elementos más pesados que el hidrógeno y el helio. Pero nuevas investigaciones muestran que este proceso se produjo sorprendentemente rápido en algunas galaxias.
“Hemos estudiado 10 galaxias en el universo temprano y analizado sus espectros de luz. Estamos observando luz de galaxias que ha viajado entre 10 y 12 mil millones de años hasta llegar a la Tierra, así que las vemos como eran entonces. Esperábamos verlas como relativamente primitivas y pobres en elementos pesados, pero descubrimos que, para nuestra sorpresa, el gas de algunas de las galaxias, y por tanto las estrellas en ellas, tenía un contenido muy alto de elementos más pesados. El gas estaba tan enriquecido como nuestro propio Sol”, explica en profesor Johan Fynbo del Dark Cosmology Centre en el Instituto Niels Bohr, de la Universidad de Copenage.