Las enanas marrones y las estrellas comparten el proceso de formación
24/7/2015 de National Radio Astronomy Observatory
Ilustración de artista de una enana marrón muy joven, todavía en proceso de formación, con un disco de material en órbita y chorros de materia expulsados hacia el exterior desde los polos del disco. Crédito: Bill Saxton, NRAO/AUI/NSF.
Un equipo de astrónomos ha descubierto con el instrumento Karl G. Jansky Very Large Array (VLA) chorros de material expulsado por enanas marrones jóvenes todavía en proceso de formación. El descubrimiento es el primer indicio directo de que las enanas marrones, con masa intermedia entre las estrellas y los planetas, son producidas por una versión a escala más pequeña del mismo proceso que produce las estrellas.
Los astrónomos estudiaron una muestra de enanas marrones en proceso de formación en una región de formación estelar a unos 450 años-luz de la Tierra en la constelación de Tauro, encontrando que cuatro de ellas poseen el tipo de chorros emitidos por estrellas más masivas durante su formación. Los chorros fueron detectados por observaciones en radio con el VLA. Los científicos también observaron las enanas marrones con los telescopios espaciales Spitzer y Herschel para confirmar que se trata de objetos muy jóvenes.
“Es la primera vez que han sido encontrados chorros de este tipo procedentes de enanas marrones en una fase tan inicial de su formación y demuestra que se forman de un modo muy parecido al de las estrellas”, afirma Oscar Morata, del Instituto de Astronomía y Astrofísica de la Academia Sínica en Taiwan. “Se trata de los objetos de menor masa que parecen formarse del mismo modo que las estrellas”, añade.
Las estrellas se forman cuando una nube gigante de gas y polvo del espacio interestelar colapsa gravitacionalmente, acumulando masa. Se forma un disco de material en órbita alrededor de la joven estrella y finalmente se crean planetas a partir de este material. En las fases tempranas de formación estelar se expulsan chorros de material desde los polos del disco. Estos chorros nunca se han observado en el caso de la formación de planetas.
Las enanas marrones son menos masivas que las estrellas pero más que los planetas gigantes como Júpiter. No poseen suficiente masa para alcanzar las temperaturas y presiones en sus núcleos necesarias para iniciar las reacciones termonucleares que dan energía a las estrellas “normales”. Ahora con este descubrimiento, Morota afirma: “concluimos que la formación de las enanas marrones es una versión a pequeña escala del proceso que forma las estrellas mayores”.