La Vía Láctea, ninguneada en un tira y afloja galáctico
30/9/2010 de CfA
La Corriente de Magallanes es un arco de gas hidrógeno que abarca más de 100 grados en el cielo, y que forma la cola que va detrás de las galaxias vecinas a la Vía Láctea, las Nubes Grande y Pequeña de Magallanes. Durante mucho tiempo se ha pensado que nuestra galaxia, la Vía Láctea, era la fuerza gravitatoria dominante responsable de la formación de la Corriente sustrayendo gas a las Nubes. Una nueva simulación por ordenador realizada por Gurtina Besla (Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics) y sus colaboradores muestra, sin embargo, que la Corriente de Magallanes se formó como consecuencia de un encuentro cercano anterior entre estas dos galaxias, y no por la acción de la Vía Láctea.
“Los modelos tradicionales exigen que las Nubes de Magallanes completen una órbita entera alrededor de la Vía Láctea en menos de 2 mil millones de años para que la Corriente se pueda formar”, afirma Besla. Un trabajo anterior de Besla y sus colaboradores, y mediciones realizadas con el Telescopio Espacial Hubble por otro colega, Nitya Kallivaylil, descartan tal órbita, sugiriendo que las Nubes de Magallanes son unas recién llegadas y no antiguas galaxias satélite de la Vía Láctea.