La Vía Láctea podría haberse formado de dentro hacia fuera según datos de Gaia
20/01/2014 de Phys.org
Nuestra galaxia parece haber crecido desde dentro hacia afuera. Un gran avance a partir de datos del proyecto Gaia (ESO) ha proporcionado pruebas que sugieren que las estrellas de las regiones interiores del disco galáctico de la Vía Láctea fueron las primeras en formarse, lo que apoyaría la idea de que la galaxia que conocemos fue expandiéndose desde dentro hacia fuera. A través de la velocidad de producción de los elementos, especialmente de magnesio, los astrónomos pueden determinar la rapidez con la que se formaron las diferentes partes de la galaxia.
Empleando los datos del Very Large Telescope de Chile, uno de los telescopios más grandes del mundo, un grupo internacional de astrónomos ha efectuado observaciones detalladas de estrellas con una amplia gama de edades y localizaciones en el disco galáctico (que viene definido como la vasta colección de nubes gigantes de gas y miles de millones de estrellas que moldean nuestra galaxia para darle su forma de “platillo volador”). El objetivo es determinar su “metalicidad”, es decir, la cantidad de elementos químicos en una estrella diferentes al hidrógeno y al helio, que son los elementos mayoritarios de los que se compone una estrella.
Inmediatamente después del Big Bang, el Universo estaba formado casi al completo por hidrógeno y helio, con niveles de “metales contaminantes” que van creciendo a medida que pasa el tiempo. Como consecuencia, las estrellas más ancianas están formadas por menos elementos, por lo que tienen menos metalicidad.
“Los diferentes elementos químicos con los que están formados las estrellas (y nosotros mismos) se han creado a ritmos distintos, algunos en estrellas masivas, que viven rápido y mueren muy jóvenes, y otros en estrellas similares al Sol, que tiene una vida más relajada durante miles de millones de años”, afirmó el profesor Gerry Gilmore, principal investigador en el proyecto Gaia.
Las estrellas masivas que mueren como supernovas producen grandes cantidades de magnesio durante su agonía. Y, parece que cuanto mayor sea el nivel de elementos dentro del círculo solar (órbita de nuestro Sol alrededor del centro de la Vía Láctea), el área tendrá más estrellas con una vida acelerada y con una muerte joven en el pasado.