La imagen más profunda en rayos X revela una gran abundancia de agujeros negros
16/1/2017 de Chandra
Esta es la imagen en rayos X más profunda jamás obtenida, tomada con 7 millones de segundos de tiempo de observación de Chandra. Contiene la mayor densidad de agujeros negros que se haya visto, equivalente a unos 5000 en el área del cielo cubierta por la luna llena. Permite a los astrónomos observar cómo crecieron los agujeros negros durante miles de millones de años, empezando poco después del Big Bang. Crédito: NASA/CXC/Penn State/B.Luo et al.
En una imagen sin parangón del observatorio de rayos X Chandra de NASA, los astrónomos tienen a su disposición la mejor panorámica del crecimiento de agujeros negros a lo largo de miles de millones de años, empezando poco después del Big Bang. Es la imagen más profunda en rayos X jamás obtenida, tomada en 7 millones de segundos (once semanas y media) de tiempo de observación de Chandra.
La imagen procede de lo que se conoce como el campo profundo sur de Chandra. La región central de la imagen contiene la concentración más alta de agujeros negros supermasivos que se conocen, el equivalente a unos 5000 objetos que llenarían un área del cielo cubierta por la Luna llena.
Un 70% de los objetos de la nueva imagen son agujeros negros supermasivos, que varían en masa desde 100 000 a 10 mil millones de veces la masa del Sol. El gas que se precipita hacia estos agujeros negros se calienta mucho al acercarse al horizonte de sucesos o punto de no retorno, produciendo una emisión brillante en rayos X. “Puede ser muy difícil detectar agujeros negros en el Universo temprano ya que se encuentran muy lejos y solo producen radiación si están tragando materia de forma activa”, explica Bin Luo (Universidad de Nanjing, Chin). “Pero mirando fijamente un tiempo suficientemente largo con Chandra podemos encontrar y estudiar un gran número de agujeros negros en crecimiento, algunos de los cuales aparecieron no mucho después del Big Bang”.
La nueva imagen ultraprofunda en rayos X permite a los científicos explorar ideas acerca de cómo los agujeros negros supermasivos crecieron entre mil y dos mil millones de años después del Big Bang. Utilizando estos datos, los investigadores han demostrado que esos agujeros negros del Universo primitivo crecieron principalmente en brotes repentinos y no por la acumulación lenta de materia. Las ‘semillas’ de estos agujeros negros supermasivos habrían sido muy “pesadas”, con masas entre 10 000 y 100 000 veces la del Sol, y no ‘ligeras’ de unas 100 veces la masa del Sol. Esto responde un importante misterio en astrofísica: cómo es posible que estos objetos crezcan tan rápidamente que alcancen masas de mil millones de veces la del Sol en el Universo temprano.