Jóvenes, delgadas e hiperactivas: así son las galaxias anómalas
15/12/2016 de SISSA / The Astrophysical Journal
Esta vista combina una imagen de fondo tomada por el Telescopio Espacial Hubble de NASA/ESA (azul/verde) con una nueva visión muy profunda de ALMA de este campo (naranja, marcado con círculos). Todos los objetos que ve ALMA parecen ser galaxias masivas con formación de estrellas. Crédito: ALMA (ESO/NAOJ/NRAO)/NASA/ESA/J. Dunlop et al. y S. Beckwith (STScI) y el HUDF Team.
Cuanto más masiva (o llena de estrellas) es una galaxia, con mayor rapidez se forman estrellas en ella. Esto parece ser una regla general, que es contradicha, sin embargo, en casos anormales, por ejemplo, los de galaxias delgadas (no masivas) que son hiperactivas en la formación de estrellas. Hasta ahora el fenómeno había sido explicado por episodios externos catastróficos como galaxias chocando y uniéndose, pero una teoría nueva ofrece una explicación alternativa, relacionada con un proceso in situ (interno) de evolución. La teoría nueva reproduce correctamente el comportamiento tanto de las galaxias normales como de las anormales y puede ser comprobada con más detalle a través de observaciones nuevas.
Claudia Mancuso (SISSA) y sus colaboradores aportan una explicación basada en la cercana relación que existe entre la formación de estrellas y el crecimiento del agujero negro central presente en las galaxias masivas. “Estos dos fenómenos son simultáneos e interrelacionados. Mientras la galaxia forma estrellas e incrementa su masa de una manera constante y sustancial, su agujero negro también crece, y lo hace incluso a un ritmo más rápido”, explica Mancuso. “En un cierto momento, el agujero negro se hace tan grande que desarrolla un ‘viento energético’, que barre el gas y el polvo de los alrededores. Dado que estos son los materiales con los que se formarán estrellas nuevas, el proceso de formación estelar se detiene bruscamente”.
Basándose en este escenario, Mancuso y sus colaboradores formulan predicciones y demuestran que sus resultados explican tanto el caso de galaxias masivas con mucha formación estelar como el de las delgadas que también forman muchas estrellas. “Son simplemente galaxias muy jóvenes”, explica Mancuso. “Una galaxia que se encuentra en las primeras fases de su vida, llena de polvo y gas, posee un ritmo de formación estelar muy alto, pero al mismo tiempo todavía tiene pocas estrellas porque no ha tenido tiempo de formarlas aún, es solo eso”. Una explicación simple y elegante que no necesita de ninguna intervención externa.