¿Podría el ‘óxido verde’ ser un catalizador de la vida en Marte?
26/5/2015 de Phys.org / Astrobiology Magazine
Ilustración de artista de Curiosity en Marte. Curiosity es uno de los instrumentos que han encontrado señales de agua en la antigüedad en Marte. Crédito: NASA/JPL-Caltech/Univ. of Arizona.
Marte es un planeta suficientemente grande para que los astrobiólogos que buscan vida en él necesiten acotar los parámetros de la búsqueda a los ambientes más favorables para la vida. La misión Curiosity de NASA está explorando un lugar así precisamente ahora en el lugar en el que aterrizó. cerca de cráter Gale, donde el rove ha encontrado numerosos indicios de la presencia de agua e el pasado y está recopilando información sobre el metano de la atmósfera, una posible señal de la actividad microbiana.
¿Pero de dónde obtendría la vida energía con mayor probabilidad? Una posibilidad es tener un ambiente que incluye “óxido verde”, un mineral de hierro parcialmente oxidado. Un “óxido” de hierro completamente oxidado – uno expuesto a la oxidación durante suficiente tiempo- toma un color rojo anaranjado, parecido al color del regolito de Marte. Cuando la oxidación es incompleta, sin embargo, el óxido de hierro es verdoso.
Esto significa que hay dos tipos diferentes de estados “redox”, es decir, dos tipos de hierro con diferente número de electrones en el mismo mineral. Esta diferencia entre los dos estados redox del hierro podría permitir al mineral tomar o ceder electrones y, por tanto, actuar como catalizador, según Laurie Barge, investigadora planetaria del Jet Propulsion Laboratory de NASA, que estudia chimeneas hidrotermales, un lugar donde los contrastes químicos también alimentan la vida.
“Desde una perspectiva científica medioambiental, el óxido verde puede absorber y concentrar nutrientes y también puede aceptar y donar electrones”, afirma Barge.
Un problema importante para encontrar vida en Marte es que la superficie está altamente oxidada. Es más probable que el óxido verde se forme bajo la superficie oxidada, quizás sólo a un centímetro de profundidad.